Tú que ahora estás leyendo ésto no esperes encontrar relatos de calidad, ni brillantes ni siquiera originales.Es mi rincón, el lugar donde dejo fluir mi imaginación, mis sentimientos y la tapadera que guarda mi esencia.Gracias por entrar en mi rincón, siempre serás bienvenido.

noviembre 30, 2010

UNA REUNIÓN DE TRABAJO



Un líquido viscoso resbalaba entre mis muslos. La sensación de que me corrían mil hormigas me hizo despertar.
No podía recordar donde estaba. No reconocía la habitación y mi cerebro se negaba a darme información de las últimas horas.
Tenía la sensación de estar fuera de mi cuerpo y contemplarme desde el techo acostada en una gran cama entre sábanas de seda negra. Casi desnuda , si se puede llamar casi a llevar un liguero y unas medias rojas.
Incorporarme me produjo un leve mareo. No podía cerrar las piernas sin esfuerzo y los brazos me pesaban toneladas. Me dolían músculos que no sabía ni que existieran.
Como si de un chequeo a una máquina se tratase, empecé a analizarme. La cabeza me daba vueltas, sentía arena en los ojos, la garganta parecía melgacho, me escocían los pezones y mi entrepierna estaba dolorida e irritada. Descubrí unas marcas alrededor de mis muñecas e instintivamente giré la cabeza hacia el cabecero de la cama del que colgaban unas tiras de cuero negro.
La habitación olía a velas, incienso y sexo.
Poco a poco fui saliendo del aturdimiento y empecé a recordar. Se sucedían por mi cabeza las imágenes de caras y cuerpos diferentes. Me sorprendió no sentirme extrañada, porque podía recordarme copulando con varios hombres en distintos momentos de la noche y hasta con varios de ellos a la vez. Reconocí a Pablo y Javier y entonces sí que sentí una sacudida eléctrica que me recorrió el cuerpo proporcionándome una ola de calor.
Lejos de sentirme incómoda me sentí satisfecha y nuevamente agitada.

Me levanté con dificultad con la intención de ir al baño. En el suelo esparcidas, mi ropa, ropa de hombre, un tubo de Shunga Dragón , crema potenciadora de la virilidad, otro de Jardín Secreto, crema orgásmica femenina, vibradores de todo tipo y otros juguetes que reconocí.
Bebí de un vaso que descansaba sobre la mesita que resultó ser vodka y el estómago me dio un vuelco. Casi no llego al lavabo trastabillando con toda clase de chismes y enredándome en la sábana con la que me cubría.
Al entrar encontré a Pablo y a Javier bañando en un súper jacuzzi a mi amiga Elena. Los movimientos sensuales con los que mojaban su cuerpo, la manera en que la enjabonaban y la cara de ella, de puro placer, me hizo notar mi propia excitación y olvidarme de todas las molestias de mi cuerpo.
Pablo me hizo una señal con la mano para que los acompañase y no me lo pensé dos veces.
Acabé de desnudarme y me introduje en la bañera notando el agua caliente y la tibieza de los cuerpos de mis amigos.
Empezamos un baile lento de manos, jabón y agua. Nadie hablaba, solo se oían sonidos de pura pasión. Elena me besó y en un susurro a mi oído me dio las gracias. Con una gran sonrisa y la voz más sensual que jamás he escuchado me dijo:

- No dejes de invitarme a tu próxima reunión de TupperSex.

2 comentarios:

  1. Conque fuego... y si no hay leña... habrá que pensar en un método para calentarse...
    Por cierto no dejes de invitarme a tu próxima reunión...

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  2. jajajajaja
    Eso ta hecho !!!

    Que sorpresa !
    Me encanta que hayas pasado por aqui.
    Beso

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