Tú que ahora estás leyendo ésto no esperes encontrar relatos de calidad, ni brillantes ni siquiera originales.Es mi rincón, el lugar donde dejo fluir mi imaginación, mis sentimientos y la tapadera que guarda mi esencia.Gracias por entrar en mi rincón, siempre serás bienvenido.

marzo 19, 2013

SOTAVENTO




Una vez me dijeron que la vida pesa tanto que no nos damos cuenta de lo que, sin querer, vamos orillando. La realidad nos aleja de lo que realmente importa y nos convertimos en muñecos de trapo al antojo del día a día.

Lo tienes a tu lado y piensas que nunca te faltará, te acaricia y no lo aprecias como debieras, te besa, te sonríe, te habla y te suena a besos y caricias añejas.

Uno debiera sentir que cada beso es único, que cada caricia la primera, que la mirada es siempre como aquella que atrapó tus ojos una tarde de otoño, que te eligió para pasar la vida y al final la vida si él no tiene primavera.




Y me cuentas que sigues rozando su piel morena, que aspiras su olor en toallas o en la almohada de vuestra cama,  y que recuerdas tantas risas debajo de esas sábanas, tantos abrazos de pies, piernas y brazos; tantas miradas cómplices y tantas picardías que cuando lo piensas el pecho se llena de un dolor dulzón, de una culpa agria, y te das cuentas de que lo que tomas por rutina, por futilidad, es en realidad el gran regalo de la vida.


Te pierdes en cantos de sirena, en palabras o en ilusiones vanas y pides a gritos que te anuden a un poste y no sólo tienes el mástil si no que navegas, sin percatarte, en una hermosa fragata.


Corrige el rumbo y deja que ese viejo viento infle de nuevo tus velas.