Tú que ahora estás leyendo ésto no esperes encontrar relatos de calidad, ni brillantes ni siquiera originales.Es mi rincón, el lugar donde dejo fluir mi imaginación, mis sentimientos y la tapadera que guarda mi esencia.Gracias por entrar en mi rincón, siempre serás bienvenido.

julio 22, 2011

NADIE ENTIENDE


Sentada a los pies de tus cenizas, recordándote, como cada vez que el peso de la vida sin ti se me hace insoportable. La sombra del árbol, de tu árbol me protege, me abraza, me habla de ti y tú a su través. Siento el consuelo de sus raíces abonadas con tu cuerpo.


 

Ya no hay rabia, se evaporó con los años o quizá nunca la hubo. Se vistieron con su traje el dolor, la decepción y la culpa.
Nunca hubo nadie más para mí, nunca desde el principio. Eras mi sueño de vida, mi futuro, mi camino. 
Yo te elegí a ti y tú elegiste vivir montado a lomos de un caballo con alas, extasiado por la libertad que creías alcanzar en cada viaje sin darte cuenta de que en vez de Unicornio era Abadón, ángel del abismo sin fondo, ángel de la muerte.

Luché contra él, a veces contigo, pocas, y siempre por ti. Luché sin descanso hasta el final y la vida, que tenía otros planes, me hizo elegir. Escoger entre el infierno que era la vida contigo y que yo aceptaba porque siempre confié  o el amor del fruto de nuestra unión que me separaría de ti y me daría soledad y desarraigo fue difícil. En  medio de esa cruel batalla entre mi amor por ti o el de nuestro hijo y su futuro sin horrores constantes intenté tirar la toalla y desaparecer pero la vida, otra vez la puta vida, se encargó de enseñarme el camino.

Elegí. Sé que elegí bien pero aun ahora después de que el tiempo ha tapado ya tantas heridas me sigo sintiendo culpable del abandono, de tu soledad a pesar de que tú nos habías abandonado mucho antes.

Maldigo a Abadón y a ese caballo de crines blancas porque no sólo te robaron la vida a ti. Con tu muerte se llevaron también mi vida y me dejaron algo más doloroso y cruel, me dejaron años para llorarte muerta en vida.

Nadie entiende mis lágrimas, nadie comprende mis recuerdos y añoranzas cuando me ven sobrevivir entre análisis periódicos y pastillas diarias maldiciéndote mil veces por dejarme en la sangre la huella de tu debilidad.  – Vive- me dicen. Disfruta de los tuyos, resucita la bella mujer que eres… y yo vivo, sonrío, camino entre ellos pero mis pasos son cansados y mis ojos ya no brillan.


Vivo aletargada, dejando pasar el tiempo, esperando el momento de volverte a ver y de sentirte, por fin, solo mío.



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julio 13, 2011

DETALLES

Hay detalles que se clavan en el alma como soplos escondidos. Duendes traviesos que salen cuando menos lo esperas para recordarte otro tiempo, otros ojos, otras manos, otra piel.

 Un aroma que olvidado sigue vivo, una luz que atrapada aun brilla.Una expresión, una risa, una mirada, una música, un paisaje que sin ser idéntico te hace recorrer de nuevo mapas que creías superados por explorados.

 Aun ahora, que muestro tiempo no ha acabado, atesoro esos fraqmentos de nuestra vida,esos gestos, rasgos y delicadezas que un día , espero que lejano, me hagan pintar una sonrisa cuando me acuerde de ti.

julio 07, 2011

PILI

Aristóteles decía: “La amistad es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas”.

Me obligo a escribirte porque no quiero que tu absurda muerte quede en nada. Quiero decirte ahora que formas parte del todo, todo lo que no te dije cuando debiera haberte regalado mis sentimientos. Me conoces bien y sabes que te quiero pero nunca te lo dije. Me arrepiento tanto de no haberte besado y abrazado cuando tuve todas las oportunidades del mundo. Qué estúpida he sido. Creyendo que la vida no se nos podía escapar tan  pronto, creyendo que lo que se nos dio era para siempre y que “siempre” no tenía fecha de caducidad.
Me esfuerzo en recordar el primero de nuestros recuerdos pero son tantos y tan lejanos en el tiempo… Recuerdo una bata rosa, unas coletas, los bocadillos del recreo, los juegos de la bombilla, de las gomas, la xarranca y las piedras para jugarla. Tú siempre tenías la mejor piedra de cantos redondos y color vino. Recuerdo las primeras confidencias de la pre adolescencia, el primer viaje con los primeros escarceos amorosos. Eras la chica más popular y sin embargo me elegiste a mí como mejor amiga. Tenías la suerte de tener una hermana mayor que te alisó el camino y por ello disfrutabas de una libertad que yo envidiaba porque la mía era nula por imposición. Salías con chicos los sábados, quedabas por las tardes en el muro de tu bloque con Alejandro como sombra y un montón de chicos que te rondaban y aún así seguimos siendo amigas del alma. Alejandro… qué habrá sido de él. Le perdimos la pista a un tío genial, que se salía de lo que se consideraba normal por estrafalario. Tímido, ocurrente, simpático, artista…
Recuerdo tus zuecos golpeando el suelo como si quisieras decirle al mundo que venías pisando fuerte que tenías vida para llenar mil vidas, los entrenamientos y las competiciones atléticas, el descubrimiento del amor verdadero, los primeros cigarros, las primeras escapadas con músicos de escaso talento y mucho tesón, los petas de adultas en el coche cuando salíamos…
La vida se empeñó en separarnos. Durante algún tiempo no supimos o supimos muy poco pero aún así cuando nos reencontramos parecía que habíamos hablado el día anterior y los pocos años separadas no habían hecho mella en nuestra amistad. Es increíble lo fuerte que son los vínculos no sanguíneos cuando son de verdad. Son para toda la vida, la vida…. Los míos, mis sentimientos morirán conmigo ahora que, como siempre, me has vuelto a ganar.
Me llevaré conmigo tu risa, ventana abierta de tu esencia; tu mirada, espejo de lucha y honradez, tus ocurrencias, tu visión despreocupada de la vida, sin dramas sin llantos.
Me llevo conmigo tu lección de valentía hasta el final, la sencillez con que hacías las cosas, sin miedos, siempre con esa alegría que derrochabas con todos y con todo. Nunca hubo mentiras, ni embrollos, simplemente no las necesitaste. Eras clara y limpia y todos los que te conocimos sabemos que fuiste especial.
Hace tan poco que no estás y es tan profundo el vacío. Dicen que debo dejarte marchar, que te fuiste en paz, que te despediste de los tuyos haciéndoles la partida fácil, muy, muy fácil.
Necesito decirte que te quiero, que te he querido desde los primeros dientes y las primeras mellas, que te he querido a través del tiempo y la distancia y que para mí siempre serás Mi amiga del alma.
Que el tiempo es bálsamo y cura el desasosiego estoy segura, pero no quiero que sólo seas un recuerdo, eres mucho más que eso. Eres una rama de mi árbol de la vida.