Tú que ahora estás leyendo ésto no esperes encontrar relatos de calidad, ni brillantes ni siquiera originales.Es mi rincón, el lugar donde dejo fluir mi imaginación, mis sentimientos y la tapadera que guarda mi esencia.Gracias por entrar en mi rincón, siempre serás bienvenido.

noviembre 20, 2014

LIMITES

Cuando vives al limite, los limites dejan de tener sentido.

Supongo que caminar por un alambre a cincuenta metros del suelo y sin red , hace que desees un pavimento firme por el que caminar hasta con los ojos cerrados, pero hasta eso llega a hartarte.
La aventura es peligrosa pero la rutina es mortal. La pasión de vivir y por vivir, ese es la verdadero camino. No importa si te resientes de los huesos por haber estado a la intemperie sin abrigo, importa que los huesos  no te duelan de inmovilismo vital.
Por eso, ponte el mundo por montera, agita los brazos hasta que te salgan alas, desplaza los limites hasta el punto que te dejen respirar, atrapa la vida antes de que  ella te atrape a ti.
Olvida los prejuicios, olvida a los que te prejuzgan, olvida a quien te quiere con un amor pírrico,  a quien no te ofrezca un viaje increíble cada vez que te mire, que te de con o sin palabras lo que necesitas sin que tengas que pedirlo.

Si la vida pone ante ti cucharadas de felicidad, tómalas , aunque estén fuera de los limites. Esos  que, sin saber cómo, se te pegaron a la piel.

No te pongas capas que no necesitas, sólo VIVE. 



Así se expresaba Doña Luz, sentada en su silla de enea a la puerta de su casita blanca, cuando fui a visitarla aquel sábado. Nunca supe a que vino, qué vio en mis ojos o qué no dije y ella oyó atravesado en mi garganta. 
Le hacía honor al nombre. Era pura luz. Me encantaba sentarme a su lado y escuchar. Al final de su camino las conversaciones dejaron de serlo para convertirse en monólogos atropellados. Unas veces era su hija, otras su amiga de la infancia, otras la vecina de la casa contigua y otras sólo yo. En cada uno de los papeles que su mente enferma me otorgaba, me regalaba un trocito de su vida. Apasionante,
fresca, dura, y siempre consciente. Consciente de lo que quería, de su pelea por conseguirlo, de las frustraciones cuando no lo hacía...
Doña Luz era una luchadora incansable que , como ella decía, nunca se puso los zapatos de otros y nuca dejó que se pusieran los suyos. Era un ser libre, absolutamente libre aunque la libertad , a veces, se mida también en lágrimas.


 Ahora, que ya casi le alcanzo en la edad en que yo empecé a sentarme en aquel porche al atardecer, entiendo muchas cosas. Ahora es el momento de abrir los brazos, dejarme acariciar por el sol templado de un invierno prematuro y vivir, sólo vivir.

 
 





noviembre 11, 2014

Cumbres Borrascosas

" El quería que todo reposase en un éxtasis de paz, y yo, por el contrario,que todo brillase y danzase como un ensueño de hadas"
Emilie Bronte


La tarde se desmayaba poco a poco entre las copas de los árboles y los edificios centenarios.
Me gusta atrapar y formar parte del momento en el que el tiempo no importa. Prestar atención a los detalles; el vuelo de un pájaro, el movimiento de las nubes, el ladrido de un perro, contento porque su pequeño amo le lanza un disco de color... esa luz de la tarde que todo lo convierte en oro viejo deja mi cuerpo en reposo y paseando en la fina linea de la melancolía.

Foto: Luis Antonio M.
Atravieso la ciudad ,antes de llegar a mi pueblecito, y tengo tiempo de pensar. Odio pensar o mejor, odio ser consciente de que pienso porque mi cabeza nunca deja de maquinar y dar vueltas pero, imbuida en cada minuto por lo que hago, no me doy cuenta.
Llego a casa cuando las montañas se convierten en siluetas oscuras y fuertes,recortadas contra el cielo índigo. Antes de que me de cuenta será un manto negro preñado de diamantes y ese peso en el pecho volverá de nuevo.

En noches como ésta siento el alma pegada a la de Heathclif, ese peso húmedo y asfixiante en el pecho que se parece tanto al miedo.

La parte más cruel del alma, aquella que es devorada por una pasión, por el deseo profundo e insatisfecho, por el destino adverso y la soledad que siega las venas, que descompone la rutina. 


Mundos distintos, deseos idénticos, distancias, distancias... 
Todos, en algún momento, hemos vivido en las cumbres.Algunos nunca logran bajar.


octubre 20, 2014

Mariposas blancas en invierno



Hay preguntas sin respuesta y respuestas que esperan una pregunta.

Cae la noche, fresca, teñida de cobalto.Las luces en las ventanas horadan la oscuridad jugando : ahora en una esquina, ahora en la contraria, cuatro se encienden, dos se apagan...
Se entretiene el ojo y el cerebro; despista las ideas que intentan ordenarse, encontrar la fórmula alquímica que todo lo vuelva claro, definido.

 ¿ Es una oruga consciente de estar transformándose en una hermosa mariposa?. ¿ Entiende por qué le está pasando?.
 Pocas veces se es consciente de estar inmerso en la propia transformación y sin embargo al mirar el baile de luces artificiales a ras de suelo y el de las estrellas que ya han roto la negrura del cielo casi eres capaz de oír como tu crisálida se rasga. Son momentos extraordinarios.

Se sufren transformaciones constantemente pero creo que sólo eres capaz de ver esos cambios una vez que ya lo has soportado. A veces pienso en la persona que fui, las que me rodearon, las que me ayudaron a moldearme y las que ,también, me rompieron en mil pedazos para obligarme a reunirlos de nuevo inventándome .Sufres, gozas, amas, detestas,sin darte cuenta de que estás cambiando. Perdiendo pureza, inocencia, adquiriendo experiencia aunque no sabes bien para qué.

Un día miras dentro y ves las huellas de algunos, las cicatrices que te dejaron otros y hasta eres capaz de ser lo suficientemente lúcido para ver mariposas blancas revoloteando a tu alrededor. Mariposas blancas en tu invierno. Mariposas como símbolo de ese viaje entre tus dos mundos: el pasado y el futuro. La famosa psyche que escapa del cuerpo mortal por la boca en forma de mariposa.¿ Acaso cada cambio que se sufre no es acercarse un paso más a la muerte?.


 Lo verdaderamente extraordinario es captar ese momento y ver en cada aleteo de cada mariposa la alegría, la fragilidad, la ternura, el color, la paz, el equilibrio, la pasión, la lucha que necesitas para seguir viviendo.
No es por casualidad que ver el vuelo de una mariposa blanca en invierno me lleve irremediablemente, a ti. En este instante de mi vida, tú eres mi mariposa blanca.


 Nada es fruto del azar o quizá sea el azar el que tiene el poder absoluto y nos maneja como marionetas. 


septiembre 09, 2014

CAMINO DEL ALBA

Esa mañana en cuanto despertó , a regañadientes como todos los días, se tropezó con las piezas desordenadas de si misma. Otra noche de insomnio y baile con las sábanas, con el vacío del otro lado de su cama. Insoportable vacío caliente. Vacio rojo y negro de sueños rotos.
El portátil seguía sobre la mesita baja del salón. Solo con darle a una tecla volvería a ver el correo que anoche la desmoronó. Después de leerlo se quedó largo tiempo sentada, ausente, huida de si misma como una muñeca de trapo. Mucho más tarde se acurrucó. doblada sobre si misma, en la cama y dejó pasar las horas.

Pasó de largo hacia el cuarto de baño a dejar correr el agua mientras ponía en marcha la cafetera. Necesitaba despabilarse, recomponerse y salir, también como siempre, despavorida hacia su trabajo.

Buscaba en el armario la misma anodina ropa de todos los días.La ropa que le convertía en la siempre eficiente staff de una super empresa. La ropa que  rascaba sus íntimos sueños como si estuviera hecha de arpillera. Dio un tirón de la puerta, hoy no podría soportar la lucha diaria con la atascada y tozuda puerta que ponía a prueba sus nervios a diario. Una vieja bolsa de viaje salió despedida del altillo. La miró largamente, convenciéndose de que era una señal, y simplemente la llenó con un par de vaqueros, ropa interior, unas camisetas y su neceser de viaje.
De nuevo en el salón escribió una rápida nota que dejaría en el buzón de su casero. Cerró el portátil y lo guardó en su bolsa,  recogió llaves, teléfono y bolso y salió por la puerta sin mirar atrás.

Llevaba horas conduciendo.Salir de la ciudad ,que a esa hora aun despertaba,le produjo una sensación de bienestar que afianzó la idea de que había hecho lo correcto. No sabe bien donde leyó que la huida nunca era la solución pero en su caso era sencillamente elegir la vida.
El aire que entraba por las ventanillas resultaba renovador, casi como si respirarlo se convirtiera en un exorcismo.


Escupía kilómetros dejándolos atrás como si le ardieran las plantas de los pies. A medida que abandonaba la ciudad, su casa, su asfixia vital, iban cayéndole capas de piel. Pararía, se dijo,  cuando se encontrara la mirada, su mirada, en el retrovisor.

Su cabeza jugaba a piedra, papel, tijera. De un pensamiento a otro. Del correo largamente esperado a la oficina desierta, de las últimas palabras disparadas a quemarropa, al largo silencio.
De vez en cuando paraba en alguna cafetería e intentaba escribir una respuesta. No le debía nada, por supuesto, pero quería hacerlo. Era el sello de lacre a una historia que nunca debía haber sido.

Había  tenido tiempo de pensar aunque no le ha dedicado demasiadas energías. Las disculpas tardías, fuera de tiempo se convierten en baldías. Hubiera dado un día de su vida por esas mismas palabras cuando se produjo la herida. Hubiera creído, letra a letra, absolutamente todo. Es más no le hubiera permitido seguir sin achacarse parte de responsabilidad.
Ahora todo era distinto. Quien puso la madera y el fuego y quien prendió la llama hasta incinerar lo más puro y honesto que jamás había recibido pretendía con unas lineas el perdón. Un texto impersonal, casi una carta tipo; el sentimiento escaso, sin alma. Lo conocía bien y supo que era un texto pensado, muy pensado. Intentando descargar su conciencia y presentarse como un hombre renovado pero ni eso le creyó. Nadie puede enseñar el alma que ha vendido tiempo atrás. No se puede enseñar el corazón y esperar que te crean cuando el corazón es una piedra pómez. Ahora estaba en disposición de contestar y aunque siempre creyó que la ternura era la mejor arma resolvió que con él no valía la pena esgrimirla. Escribiría esa respuesta...

Sentada, mirando por la ventana, recordó sus últimos años al lado de su padre. El calor y el ruido de la cafetería la mecieron hasta perder la noción del tiempo. La mañana se echaba encima como un edredón de plumas, suavemente.
Dobló la cuartilla que estaba escribiendo y la olvidó en el fondo del bolsillo de su abrigo. Todavía no era momento. Reposado, el vino y las decisiones, saben mejor.

El paisaje se iba haciendo más amable cada kilómetro. La carretera empezó a adornarse de pinos de un verde explosivo, nuevo. Conducía en silencio, con la ventanilla bajada dejando que el olor la fuera curando, poco a poco, por dentro.


El sonido del teléfono móvil disipó la bruma en su cabeza. No quería contestar. El sonsonete la estaba desquiciando y justo cuando iba a apagarlo vio en la pantalla un enorme numero de teléfono. Era una centralita, seguro, pero no era la de su empresa. Todavía no habría saltado la alarma por su ausencia. Esa mañana tenía que hacer varias gestiones antes de encerrarse entre paredes brillantes y frias.

Detuvo el coche en el arcén y respondió sin mucho gusto, casi rallando en la mala educación. Cuando colgó y por primera vez en muchos días tenía pintada una sonrisa en su cara. Se miró en el diminuto espejo del parasol y giró la vista hasta el retrovisor encontrándose. Puso la dirección en el GPS de su teléfono y en marcha el compact: John Lee Hooker le acompañaría el resto del camino



Había llegado. Por primera vez pisaba las hojas caídas y húmedas del suelo, flotaba por un camino hecho de olvido, vegetación y tiempo. Respiraba tranquilidad y al mismo tiempo cada paso la llenaba de ansiedad por todo el trabajo que debería hacer hasta convertir la vieja masía en su nuevo hogar.

 Rebuscar entre los anuncios públicos de los periódicos locales tenia algunas sorpresas. Era una afición que había heredado de su padre. Cuando llegó a la jubilación empezó a rebuscar entre los diarios, gangas en las que invertir sus ahorros. Hizo algunos hallazgos interesantes y a su muerte dejó a su hija un patrimonio nada despreciable.
Uno de esos anuncios le sorprendió una mañana con el café demasiado caliente. Al llevarse la taza a los labios se quemó ligeramente derramado algunas gotas sobre el diario que tenía entre las manos. Las gotas señalaron un anuncio que decía:

 Se vende finca rústica colindando con casco urbano. Acceso directo desde el pueblo por camino a menos de 1000 metros, entrada directa desde el mismo camino. Dirección Camino de alba, polígono .... Teléfono ... Trato directo con el propietario ( Preguntar por secretario del Ayuntamiento) Precio a convenir. Urge vender.

 
No lo pensó dos veces.No sabe si ese " Camino del Alba" fue lo que le llevó a tomar la decisión. Otra señal, pensó y se puso en contacto con el Ayuntamiento. Acababa de convertirse  en propietaria de una masía en ruinas y de las tierras que la rodeaban por un precio irrisorio.
Los últimos dueños quisieron donar al pueblo el viejo molino, en buen estado de conservación, para que lo convirtieran en museo con la condición de que la masía, que por aquel entonces ya amenazaba ruina, fuera vendida por el costo del alquiler del almacén municipal en el que se depositaron los muebles, baúles y enseres que nunca debían separarse de la casa. Esa era la única condición y ese fue el precio que pagaría: el importe de almacenaje de los últimos 50 años. Aún pudo negociar los permisos de obras, cambio de nombre de escrituras, etc, etc.
Invertiría todos sus ahorros en empezar de nuevo y en empezar ahí, en un pueblecito pequeño pero bien comunicado entre las montañas.

Se oyó chirriar un viejo camión en el camino sin desbrozar. Llegaban los viejos muebles y baúles. Llegaba su futuro cargado de historia, una historia que iría descubriendo poco a poco mientras creaba un nuevo capitulo de la suya propia.
Revolvió en sus bolsillos buscando el dinero para darle una propina al transportista y tocó el papel doblado mil veces. Dio las gracias y se sentó sobre un enorme baúl de latón y madera. Desdobló la nota y la leyó una vez mas...


"Lo mejor de todo es que al fin te dieras cuenta de que perdiste tu oportunidad de lavar definitivamente el carbón de tu pecho. Lo peor es que ya no me importa. Necesitas el perdón para seguir tu camino pues aquí lo tienes. Hace mucho que te perdoné y ahora ya me he perdonado yo. Perdóname tú a mi el haberte dado los mejores momentos de tu vida, perdóname que creyera en tí, perdóname que te enseñara que otra manera de vivir es posible, perdóname que quisiera llenar tu vida de luz, que quemaras tus fantasmas, que dejaras de ser el niño asustado y traumado que pega la nariz a la ventana de una casa con chimenea. Perdóname porque no estabas preparado para vivir. Ahora que dices estarlo te deseo que encuentres una mano que te acompañe en el camino y que no vuelvas a matar estrellas con tu veneno.¿ Te acuerdas como grita una estrella moribunda?. Yo lo recuerdo bien y cada vez que veía caer una no podía dejar de oír su llanto. Ahora vuelvo a disfrutar de su brillo y cumplo con la leyenda de desear... Sé feliz, yo lo soy o sin duda lo seré."


 
Con aquel papel entre las manos sintió que había llegado al final de ese camino, que el circulo estaba por fin cerrado. No la enviaría, no se tomaría el tiempo de escribirlo en un correo electrónico. Se quedaría ahí en tinta y en una simple cuartilla con membrete de la oficina.
La dobló de nuevo y se levantó. De pie, delante de la puerta vieja y rota, encajó el papelito entre las piedras. El pasado, al que uno no puede renunciar, bien puede quedarse fuera.


Buscó entre las viejas herramientas algo que le permitiera abrir el baúl. Quería ver de que estaba hecha su casa, que historia tenía que contarle...






julio 17, 2014

INTERPRETACION DE SUEÑOS o ni falta que hace

Me gustó que me amaras. Disfruté cada minuto que dedicabas a seducirme, a mirarme con los ojos llenos de deseo, a buscar palabras que sonaran como nuevas entre dos humanos llenos de cicatrices. Rompiste el barro que protegía mi corazón y poco a poco, con mucho tacto,lo envolviste de seda.
Así me sentí durante un tiempo. Deseándote, amándote como loca, inventando maneras de vernos, buscando la fórmula mágica que nos permitiera vivirnos intensamente, sin dudas, sin fisuras, sin complejos...

Y casi lo logramos.En esta locura oculta nos amamos con pasión pero con paz, guardándonos bien las esquinas casi todo el tiempo. En una de esas esquinas se hacía fuerte un sentimiento por encima de los demás. No sé si exista una palabra para definirlo, probablemente, pero sonaba cada vez más fuerte un " quiero más". Los dos sabíamos que no era posible desde el principio y aun así bombardeaba constantemente mi equilibrio, nuestro equilibrio...


Despertó sobresaltada por un golpe en el piso de arriba. Las cinco de la mañana y los vecinos empezaban su ritual de reproches antes de irse a trabajar. Otras veces se giraba en la cama, buscando el calor de las sábanas, y se dormía. Hoy no podía quitarse de la cabeza el sueño que le había llenado los ojos de lágrimas y le había anudado el estómago.

Se levantó, encendió un cigarro y se preparó un café.
Buscó su teléfono. Abrió y cerró mil veces la aplicación de mensajería y al final sucumbió al impulso de estar cerca de él como fuera.
Escribió Te quiero y esperó.
 Era demasiado temprano para recibir respuesta pero en el siguiente sorbo de café sonó el pitido haciendo que casi derramara la taza sobre su pijama de osos.


Yo también te quiero, mi niña, leyó. ¿ No puedes dormir?. Me he despertado con unas ganas locas de besarte y como si fuera magia llegó tu mensaje.
Duérmete cielo, te veo en unas horas.

. E

junio 30, 2014

CIRUGIAS DEL CORAZON

Me traicionaste, si. No pongas cara de asombro ni te rasgues las vestiduras ni te cubras con mil capas de indiferencia dejando escapar, entre susurros, que soy una histérica.
Me defraudaste y eso también es traición. Hiciste justo todo lo contrario de lo que esperaba. Renegaste no una, ni dos, ni tres veces, de la idea de nosotros. Fuiste desleal amparándote en tu carácter, en tu imposibilidad de querer crecer juntos, de tu impotencia vital.
Eso también es traición.

Cuesta elaborar las emociones negativas. Cuesta el dolor y la rabia sobre todo contra uno mismo pero, tarde o temprano, aprenderé. Lucho para no hacerte desaparecer, sería muy fácil. Lucho por conservarte como parte de un retablo de madurez que quedó sin pulir. Un día seré capaz de ver esos bajorrelieves y encontrar el punto exacto en el que deba, por fin, colocarlo.
Llegará, yo sé que llegará.


MARCH GÜERIS
Círculos imperfectos

junio 19, 2014

Llámame loca

Hayedo de Primajas: Excepcional hayedo autoctono, en el que se puede ver uno de los pocos ejemplares en el mundo de un haya de la humildad, asi llamado porque sus ramas y hojas crecen en sentido inverso al normal 

Nunca pensé
                        que el infinito se encontrara
                                                                         en unas pupilas.
Un infinito verde,
                              un hayedo atrapado en cristal,
                                                                                  con motas de otoño.
A veces se traen el sol de las cumbres
                                                                que coronan esos valles
                                                                                                   y el brillo
te atrapa. 


Nunca pensé
                     que unos ojos dijeran tanto.


 Hablan de vida vivida, si
                                 pero gritan de vida por vivir.



Llámame loca si veo en sus ojos la paz que me falta.
 Llámame loca si mi voluntad flaquea cuando mirándome
me roza el alma. Llámame loca.



Llámame loca
pero no quiero
morir de realidad
sin que me bese su boca.

junio 13, 2014

LA OTRA ( LIRIO DE DIA)

Si me salieran alas de las manos,
si cerrar los ojos bastara...


Se echa encima la tarde húmeda y calurosa. Parece que el cielo se tapa convirtiendo el suelo en un invernadero de lirios de día. Es una flor curiosa;  abren sus pétalos al amanecer y se marchitan al atardecer por lo que no sobreviven al día siguiente. Una vez que se marchita ,en cada tallo vuelve a nacer otra flor, idéntica a la anterior y absolutamente diferente. Así somos la mayoría o así es ella. Afronta cada día como un día nuevo,  lleno de posibilidades que van muriendo ,la mayoría,  a medida que el día avanza. Lo importante era sentir las ganas de vivir fluyendo por las venas y que las fuerzas para enfrentar lo que fuera que el destino le deparara no fallasen.

Nunca incluyó en esas expectativas convertirse en un ser invisible para algunos ojos. Convertirse en lo que se conoce como " la otra".
Como dice el maestro Serrat fue sin querer...

El amor existe de mil maneras, independientemente de realidades externas y ella sencillamente se enamoró: despacio, palabra a palabra, gesto a gesto.
Consciente de esas realidades que a ambos les arropaban decidió que valía la pena arriesgar y arriesgó.
 Se le ve feliz y si le preguntas a qué se debe ese brillo en sus ojos te responderá, solamente, con una sonrisa.
Sabe que no hay futuro, ni obligaciones que cumplir. Sabe que el amor clandestino tiene sus reglas y las acepta : los silencios, la distancia, las ausencias... pero también una llama de deseo que no se agota, ternura, complicidad y un sentimiento de libertad difícil de explicar.

Tomamos un café y me cuenta que sueña con alas que le salen de las manos, que sueña con el sabor de sus besos, con el tacto de su piel... Mueve la cucharilla distraída y asiente:

- si, soy la otra, la amante, la amiga, y vale la pena cada minuto...

junio 09, 2014

ESPERA

Nunca hasta ahora había oído tan claramente cómo y cuánto grita el silencio.
Silencio que no trae sosiego, que no significa paz.
Nadar por el abismo de la ausencia y seguir alimentando el amor sin dejar que
el frío filo de la tijera, que es el tiempo, enfríe las risas, los besos, las caricias..
Es ausencia desnuda, cruel, sin sombras, sin dudas. Ausencia impuesta,
egoísta, de hielo que quema el alma, vacía sin más.
Te queda la espera que como olas bravas te llevan y te traen a orillas distintas.
Una de confianza, de fe, de sentir un solo latido , de seguridades y certidumbres.
Otra que te hace sentir rocas, como agujas, en los pies y te llena de condicionales.
" y si ".
Y si su silencio, su espera, le lleva a las aguas mansas que ya conoce. Y si
no quiere volver a esta locura, mágica pero insensata. Y si su mundo se contrae, y
si no quiere más olas que las que las del frío que cortan la piel y te repliegan
a tu mundo cómodo y conocido...
Espera, feroz espera.


junio 03, 2014

EXORCISMOS

El día se colaba entre las tabillas de la persiana sin permiso. El sol se empeñaba en hacer visible el caos de la habitación, dibujándola poco a poco. Primero revelaba el polvo en suspensión, brillante e ingrávido; luego la esquina donde el perchero, atestado, protestaba por la luz proyectando su sombra al otro lado del dormitorio; luego parte del techo descubriendo una lámpara de brazos de bronce y lágrimas de cristal atrapadas entre telarañas... La casualidad, o no, quería que una de las sombras proyectadas por algo colgado en ese perchero pareciera una flecha que señalaba, con precisión de mapa de tesoro, la mesilla de noche: Una colt 45, un paquete de tabaco escuálido,  un vaso con restos de un liquido amarillo y brillante y una caja de preservativos talla XL fosforescente.

 Abrió los ojos con dificultad maldiciendo entre dientes. Le dolían hasta las pestañas. Quiso recordar y un millón de gritos resonaron en su cabeza. Cada uno de ellos intentaba decirle algo : una rubia, sueca, un armenio grande como un armario, un bareto de mala muerte amenizado con jazz en lata...

La tarde anterior había sido agotadora. La gente y sus problemas acababan siempre por aturdirlo y llevarlo a un estado cercano a la irritación que solo lograba calmar con un buen trago. Se encaminó , como de costumbre, a un local donde paraban taxistas, putas, poetas en crisis, y gente de baja estofa sin ganas de líos. Nadie preguntaba nada, nadie se sorprendía por nada, y casi todo estaba permitido.

Se sentó en la mesa más escondida,apenas bañada por la luz de una bombilla media muerta de tiempo, y como siempre, pidió un vaso de whisky. El dueño del local, un viejo cojo y tatuado de pies a cabeza, le trajo, como siempre, una botella.

Se perdió en pensamientos absurdos mientras dejaba que el alcohol y el jazz se metieran en sus venas consolándolo. Tocó varias veces el arma que llevaba en el bolsillo del abrigo. No sabía por qué le había pedido a uno de sus "clientes" que se lo proporcionara. Lo que sí sabía es que tocarlo le causaba la sensación de ser él, por una vez, quien tenía el control de su vida.

Al rato, casi media botella después, entraron ruidosamente una rubia y un gigante. El tipo la empujaba diciéndole en un español chirriante que dejara de gimotear y moviera el culo.
 Otro chulo y su victima, pensó. No intervendré, pensó. Y sin embargo se puso por medio e invitó a la chica a que se sentara con él.

El gigante le hizo una seña con los ojos, sonrió de medio lado y desapareció a la otra esquina del bar.

La rubia le dio las gracias. Bebió de su vaso un buen trago y le miró paseando la lengua por sus labios de forma provocativa.

No se inmutó. Llenó el vaso de nuevo y la miró intentando dejar su profesión a un lado. Si la miraba así ella empezaría a abrirle su corazón. Siempre lo hacían. Por un momento bajó la coraza y quiso ver el alma y no el cuerpo. Ella se dio cuenta y empezó a hablar

- Gracias. Ese bruto me trata a patadas. Nunca tiene suficiente. Me mato a trabajar para él y luego...

- Cállate. No me interesan tus problemas. Si quieres follar follemos pero por favor no me cuentes tu vida. Una vida más y me volaré la tapa de los sesos con ésto.
Sacó el arma del bolsillo y la puso encima de la mesa. Ella dio un respingo hacia atrás en la silla y se quedó helada. No sabía qué hacer.

Guardó de nuevo el revolver incorporándose un poco . Ella aprovechó para atrapar su boca y susurrarle

- ven, yo te escucharé a ti. Háblame con tus manos, con tu cuerpo.

Se levantó, le agarró de la solapa del abrigo con una mano y con la otra cogió una botella nueva que el cojo ya había dejado sobre la barra junto a una llave.

Dejó de pensar y se dejó arrastrar. Qué importaba si antes se llevaba consigo el sabor y el olor de aquella mujer. Una diosa rubia de piel suave...

Subieron unas estrechas escaleras encima del bar y una habitación destartalada con una cama de cabezal metálico los recibió.
Se dejó caer y la dejó hacer.

Su ropa desapareció en un instante y ella empezó a desnudarse lentamente para él. Las tablas del suelo y su pésima unión dejaban pasar la luz tenue y la música amortiguada. El alcohol hizo que la visión de aquel cuerpo desnudándose al ritmo lento y sensual del jazz le excitaran.

Ella se aproximó despacio, retándolo con una mirada de miel liquida y caliente y se postró de rodillas ante él. Su pene la señalaba y dulcemente lo asió y se lo metió en la boca saboreándolo.

- No, de rodillas no. Ven a la cama.

Ella obedeció sin dejar de acariciarlo. La colocó apoyando la espalda sobre el colchón y le abrió las piernas.
Sus manos recorrieron sus piernas  poco a poco hasta llegar a la entrepierna.
No tardó  mucho tiempo cuando su lengua ya estaba tocando su  interior, la  humedad era suficiente para ser penetrada pero su lengua era tan ágil que no daba espacio para algo más... pronto comenzó a meter sus dedos en la  vagina, sus movimientos la  volvieron loca. Luego uso las dos cosas a la vez hasta beber el precioso liquido que emanaba de ese cáliz.

Su pene, grande, duro y húmedo estaba más que preparado para ella. Se estiró sobre ella buscando la penetración pero ella le puso las manos en el pecho frenándolo.

- Espera, ahora me toca a mi.

Lo introdujo entero en su boca apretando la dureza con sus labios. Entró una y otra vez hasta el fondo de su garganta, caliente y prieta arrancándole mil gemidos, llevándolo casi al limite.

Dejó de lamer, se colocó sobre él y  ajustando todo el volumen en su interior empezó a cabalgarlo.
Sus manos tomaron los senos acariciando primero y estrujando después.Lamió los pezones,chupando, como si la vida dependiera de ello. La taladraba desesperadamente. Ella se paró por un momento, detuvo su respiración y un grito le rasgó la garganta.Notó como un liquido caliente le mojaba y atrapó su boca quedándose su alma, enredando sus gemidos con la lengua, en un baile tan antiguo como verdadero.

Se dejó caer sobre su pecho unos segundos, recuperando el aire que había escapado de sus pulmones. Cada inspiración hacía que él se moviera de nuevo dentro de ella. No podía mirarla a los ojos, no debería estar ahí pero ya era tarde para arrepentirse. Le dio la vuelta y a cuatro patas la penetró de nuevo golpeándole las nalgas, agarrándola de las caderas hasta sentir que estaba unida a él.


Recordó todo eso y la memoria ,a partir de ahí, se hizo confusa. Recuerda brazos, piernas, lenguas, fluidos y gemidos que se prolongaron hasta bien entrada la madrugada.Recuerda una forma fosforescente que aparecía y desaparecía con cada embestida de su cuerpo.. Luego nada..



Las campanas de la iglesia acabaron por despertar sus sentidos. Las sentía como martillos eléctricos en su cabeza.Se levantó de un salto: las campanas, pensó.

Empezó a reunir su ropa y a vestirse todo lo rápido que podía. Ropa interior, pantalones, camisa y por último el " cuello romano". Un sacerdote no podía oficiar misa sin alzacuellos.

Miró hacia atrás desde la puerta y vio la colt sobre la mesilla. Luego vendré a buscarla, se dijo. A ella y con suerte a la diosa que le exorcizó.

mayo 29, 2014

BLUESMAN

A lo lejos, en el callejón, se oye una guitarra llorar.
Las viejas calles con su acústica perfecta hacen de altavoz para los que se han convertido en invisibles. Gemidos, sollozos, suspiros... Sentimientos de pena, angustia o pesimismo con un toque realista se disfrazan de acordes íntimos que tocan el alma. El viejo Bluesman canta con voz rota y profunda lo que todos sentimos alguna vez y somos incapaces de elaborar.

 " no confíes en nadie, nena,
   no vale la pena,
   no vale la pena... "

En el bar de la esquina hacen un excelente café.La cafetera es de hace mil años y a fuerza de tirar cafés ha aprendido a hacer el mejor de la ciudad. Ha cambiado de dueño varias veces y la cafetera sigue siendo la joya de la corona. Fotografías en blanco y negro de viejos actores se mezclan con letreros de quesos y vinos que intentan contar las excelencias de su cocina.
Nunca he visto a nadie comer queso, o tomar vino, sin embargo el suelo está tapizado de sobres de azúcar y la barra atestada de tacitas blancas dispuestas en fila y preparadas para ser servidas en cualquier momento.

Javier, el dueño, debería pagarle algo más que un café al viejo. Siempre que se pone a cantar, los cuarenta metros cuadrados se estrechan hasta lo indecible y la puerta se llena de gente que mueve los pies o la cabeza al compás.

  " no esperes nada de nadie, nena,
    no vale la pena esperar .
    Quien te quiera nena,
    no dejará tus ojos llorar "...

  " si fuera joven, nena,
    volvería a arriesgar.
    no vale la pena, nena
    vivir sin amar "...

Aplauden cada vez que acaba una pieza y esperan la siguiente sorbiendo sus tacitas. Sobre una de las mesas, marrones y desgastadas, hay un cuenco de barro que va llenándose de monedas a medida que la tarde languidece. El Bluesman acaba su última pieza. Guarda su guitarra en una funda tan vieja como él y arrastra los pies hasta el café.
Cuando entra, la gente le abre paso. Se acerca al cuenco, lo vacía en uno de sus bolsillos, se toma un café recién hecho que Javier acaba de poner y sale agradeciendo con la cabeza los aplausos y comentarios que le acarician al pasar.

Nunca nadie le ha oído hablar. Nunca nadie le ha visto los ojos que esconde tras unas gafas de pasta negra, nunca nadie le ha visto una sonrisa, una mueca, la mínima expresión en su cara, nada. Se diría que es un espectro que solo vive cuando canta llorando su vida. Cuando la convierte en un viejo blues, tan bueno como el café de la esquina.










  

mayo 27, 2014

Mio


El sol bajaba la cuesta lentamente. Descubría poco a poco cada centímetro de superficie, arrasando a su paso los restos de una oscuridad alcahueta de mil historias. Es curioso el sonido que produce la llegada del sol en cualquier calle estrecha de cualquier barrio. Si pones atención se oye una sinfonía de persianas, descarga de inodoros y duchas; pitidos de microondas, llantos de bebes hambrientos, o niños que piden a gritos " un poquito mas". Es la sinfonía del segundo turno. El primero ya hace rato que salió de sus casas entre silencios y las luces mortecinas de las farolas.


Yo seguía en el balcón, como toda la noche, acurrucada entre los almohadones de mi chillout de pobre, emborronando cuartillas, bebiendo tequila. Perdida entre estrellas y pensamientos inútiles. Volando de un sueño a otro y a otro hasta que la mañana me revelo, exhibió para mi, mis miserias. No la tela ajada que me rodeaba, o los barrotes descascarillados del balcón, no. Las miserias interiores que son las que más duelen cuando se hacen visibles. Durante la noche pude verme desde afuera, contemplar el guiñapo humano que gimoteaba por los sueños no cumplidos. La luz me desenmascaró. Lentamente, como la misma mañana, empecé a doblar las cuartillas en uno, dos, tres pliegues, hasta formar aviones de papel que eché a volar al mismo tiempo que los suspirros, las quejas, los lamentos... Era hora de ponerse en marcha y de trabajar por mi, por ti, por nosotros.
Uno de esos aviones de papel cayó a los pies de María que salía con prisas y compungida, como siempre. En otro momento no hubiera reparado en eso pero esa noche había soñado con aviones de papel. Aviones que volaban por encima de su cabeza y que ella intentaba cazar y no podía. Ahora si agarró con fuerza aquel papel y lo abrió :

Mio
Quiero sentirte mio, solo mio. Mio en lo que dura una mirada; mio en un beso, tu beso.                                                                                        

 Quiero sentirte mio mientras rozas con tus dedos mis caderas, cuando bordees mis senos saboreando sus cumbres,  cuando dentro de mi te abandones dejándome saciada , con la mirada extasiada y mis ojos enredados en los tuyos...
Quiero sentirte mio en esos instantes en los que no puedes ser de nadie, en los que eres absolutamente libre, en los que no ya no te perteneces ni a ti.
Después podrás ser de ella, de otra, de mil , no importa. En mi recuerdo, cuando el tiempo se detuvo, cuando nada importó más que el otro, cuando la vida se redujo a sentir, sabré que fuiste mio, solo mio...


María apretó la cuartilla contra su pecho , respiró profundo y se prometió que esa noche, cuando volviera a hablar con él, le pediría dar un paso más, un salto al vacío.

mayo 01, 2014

Sueños versus Rutina


Agarró con fuerza el asa de su maleta. El ruido de las ruedas en el empedrado rompía el silencio de una noche triste y gris, demasiado triste y gris. No sabía que camino tomar y simplemente caminaba. La humedad le calaba los huesos y levantó el cuello de su gabardina como si ese trozo de tela pudiera devolverle el calor que se había dejado cuatro puertas más arriba.
Miró atrás queriendo encontrar la señal que desandara la partida pero no la encontró. Tropezó con la pizarra, que anunciaba las especialidades, de un bar pequeño que en ese momento le pareció el mejor refugio y se sentó delante de una humeante taza de café. No pensaba, sólo podía fijarse en el cacao espolvoreado de la superficie y le pareció que él era ese cacao. Su vida se había pulverizado en pocos días. Con el primer sorbo empezó a soltar lastre...

Nos empeñamos en crearnos sueños perfectos, redondos, de algodón de azúcar y sábanas de raso que destilen pasión.
Me pregunto si es más feliz quien se conforma. Si no construir respiraderos en tu día a día, nos hace en realidad más libres. Nos empeñamos en romper la rutina a base de inventar otras nuevas. Cuando creas y alimentas un sueño, te encadenas a él . Haces de la ilusión necesidad y acabas por consumir permanentemente tus energías en evitar que se convierta en un hábito más. Una rutina nueva con otro nombre. Eres esclavo de tu propia necesidad de ser libre.
Hay tantas formas de sentirse esclavo como ideas que acaban formando cadenas que nos sujeten. Romper esas cadenas es la tarea de toda una vida y una tarea que, con toda probabilidad, te granjee mil sinsabores. 





Acabó su café sin darse cuenta. No quería salir a la calle, no quería enfrentarse a un camino sin señales.


abril 23, 2014

VÓMITOS DE RABIA

A veces te pienso. Si, te pienso en tu mezquindad. Sentado en tu trono de extravagancia bufa, esa que has ido construyendo como un mal imitador de Scrooge.

Rodeado de libros, hojas en blanco, falsa madera noble,falso hortus,y soledad, mucha soledad.
Mezquindad y perfidia en tu escudo de armas y tú el heraldo de una tragicomedia que has elevado a filosofía de vida.


La misericordia me visita entonces y borra la rabia. Me perdono la estupidez de haber creído en ti alguna vez y te perdono la estupidez de no saber aquilatar lo que la vida te ofrecía.

 Y entonces ya no veo a un mal Scrooge, veo a un niño con la nariz pegada a una ventana. Un niño muerto de frio y de cariño que mira la calidez de una chimenea de una casa que nunca será la suya, que nunca podrá serlo.

Cierro el circulo. La herida, alguna vez abierta, dolorosa y sangrante, se ha convertido en una fina linea. Esa es la única concesión para que no caigas, definitivamente, en el olvido.



March Güeris :

El circulo imperfecto.

abril 14, 2014

NO FUI YO SR. JUEZ, FUE LA COBARDÍA.


Recorre de nuevo sus calles, al atardecer, con el viento cálido que enreda su pelo, ese que tanto te gustaba...
Ya no suenan igual desde que tus pasos las abandonaron. Se fueron a caminar otras calles, igual de viejas, igual de hermosas pero de las que conoces cada adoquin, cada saliente, cada desconchón y cada esquina.Se fueron a caminar por la soledad desdeñada pero añorada.

La sed de aventura te duró poco, se te acabó la curiosidad en cuanto te bañaron de encanto, en cuanto su hechizo de luz amenazó tu oscuridad y en uno de esos abrazos, cálidos como el aire de primavera, se te rompió el collar de la pasión.
Las cuentas salieron rodando. Tintineaban en el suelo dejando su sonido en el eco de su recuerdo. Rodaron hasta caer a la alcantarilla de los reproches y enmudecer entre lágrimas impotentes. El hilo que sostenía el collar era tan fino...
Nunca quisiste enfilar esas cuentas con nylon resistente capaz de soportar el juego el amor. Lo trenzaste con miedos y el miedo pudrió el hilo casi al mismo tiempo que se hilvanaban con mimo cada una de ellas.

Y sólo le quedó soñarte. Anhelaba soñarte y nunca lo consiguió. Soñarte porque en el tú a tú te escapabas como agua entre los dedos. Soñarte cercano, ilusionado, ilusionante, valiente, sincero, protector y vulnerable a partes iguales, amante y sin embargo enamorado. Soñarte, si, porque la realidad le mostró un alma frágil pero orgullosa, un amante frío como el diamante, un inmaduro vestido de una madurez de diseño, un Peter Pan marchito , más por el alma que por la edad,
que nunca se separó de su arco aunque las flechas, hacía mucho tiempo ya, se habían quedado sin punta.
 
Sus lágrimas durarán poco. Recuperará poco a poco su luz y su fragancia. La cicatriz, de vez en cuando , le escocerá  para recordarle que una vez dio todo y tal vez se equivocó, o tal vez nunca fuera suficiente para ti. Tal vez nada lo sea.

marzo 22, 2014

LA NIEBLA

La niebla es caprichosa. Se eleva hacia las copas de los árboles sin dejarte ver el cielo o se instala a tus pies sin que puedas ver tus pasos.

Esa espesa manta blanquecina adormece casi todo lo que toca. A veces, bajo su peso, parece que el tiempo se dilata y se crea un instante eterno en el que se despeja tu mente.

Casi parece que la niebla que envuelve tus sentimientos, tus crisis y vacios  quiera unirse a la que se ha hecho fuerte en el exterior y entonces eres capaz de ver. Te diseccionas con la mayor de las asepsias y vas inventariando, clasificando, registrando y etiquetando dudas, miedos, deseos, inquietudes, desesperanzas... Crees que te han arrebatado la más intima de tu esperanza vital y te rebelas. Empiezas a dudar de todo y de todos, intentas confundirlo todo formando un gazpacho que ponga a prueba tus ideas preconcebidas, tus verdades incontestables como una burda burla a la eternidad. De todo ese rock and roll de estados de ánimo, de subidas al cielo y bajadas a tus infiernos sales siempre reforzada. Te reinventas, te sanas y te preparas de nuevo para que la vida siga produciéndote cortes y heridas que tendrás que volver a cicatrizar.

Ya conozco el camino de la niebla. La noto en los huesos, que van haciéndose sabios a fuerza de vida, y en el alma.  Y aunque siempre crees haber aprendido algo en el fondo sigues siendo la misma niña con carencias de pertenencia, de estima, de confianza, de protección. Lo único que ha cambiado es que ahora sabes que debes pararlas antes de que se conviertan en necesidad. Y que los deseos son lo único que podrían satisfacerlas.


marzo 16, 2014

El profesor III

capitulo III

Una vez leí:
"Una fantasía puede llegar a ser más poderosa y resistente que un ejército, pero la realidad resulta tan contundente como un huracán. "

El viaje en coche se hizo eterno. A penas fueron veinte minutos que se hicieron interminables. La  rubisima señorita Ruano, mi alumna, no paró de acariciarme el muslo, la entrepierna, y de llevar mi mano a la suya  y la suya hasta la cara interior de sus muslos, haciendo que la única que me quedaba libre tuviera que sujetar el volante, cambiar la marcha... Desde luego podría haber recuperado mi otra extremidad pero me gustaba sentir su humedad y su calor.  Varias veces pensé en tirar del freno de mano, parar en el arcen y enseñarle a esta aprendiz de Mata-Hari lo que sus caricias estaban provocando. La dureza estaba empezando a ser molesta. Entonces me di cuenta de que, sin pretenderlo por lo menos por mi parte, se había establecido una lucha de poder. No, esperaría hasta llegar a mi apartamento. Tendría que esforzarse más para hacerme perder el control. Veríamos quien cedía antes, quien se entregaba antes a quien.

La llevé de la mano hasta el fondo del ascensor. No hablamos, no hacía falta. Me acerqué a su boca sin dejar de mirar esos ojos casi hipnóticos. Movía con letitud planificada sus párpados, bajando la mirada a mis labios y luego a mis ojos, volviéndome loco de deseo. Entreabrió la boca exhalando un suspiro de pasión contenida. A punto de rozar ese cofre de futuros gemidos le di la vuelta contra la pared y me pegué a ella acariciándola sin urgencia desde debajo de sus brazos, por los costados, hasta las caderas. Mis manos asieron el bajo de su falda y lo subi hasta la cintura apoderándome de sus nalgas que masajeé con fuerza hundiendome entre ellas. Un acto reflejo le hizo abrir las piernas y aproveché para rasgar las medias.
- Lo siento preciosa, susurré frente al roto que acababa de provocar lamiendo sus ingles. Rozándola, sin profundizar, noté en mis labios su calor y su humedad.  Su única respuesta fue un gemido ronco.
El timbre del ascensor anunciaba mi planta. Ella se giró, bajó su falda, me tomó de la barbilla y a escasos centímetros me dijo:
- Profesor espero que ésto no sea todo lo que tenga para mi.

Al entrar al apartamento me di cuenta de lo precipitado de mi salida. Los cojines del sofá por el suelo, el vaso casi vacio de whisky seguía sobre la mesa baja el portatil, ya apagado, seguía abierto... Ella olió el vaso, se lo acercó a la boca y paseó la lengua por el borde.

- Cardhú. ¿Profesor, me pones una copa?

De mala gana fui a preparar un par de vasos con hielo y de paso conecté el compacto. Al instante el sileció se llenó de la sensualidad de Diana Krall. De regreso, una imagen me impactó hasta el punto de hacerme temblar las manos provocando el tintineo de los cubitos. La rubia, Laura, la Diosa de márfil, estaba completamente desnuda en mi sofá tapando su sexo con un cojin, marron chocolate, que todavía hacía resaltar más su nívea y perfecta piel.

Le ofrecí la copa y la rechazó moviendo sensualmente su cabeza. No bebo, dijo, si no es de tu boca. Tomé un sorbo, me acerqué a ella y la levanté de la cintura hasta sentarla sobre mi.  La besé como si no hubiera besado jamás a una mujer: con urgencia, con una incontrolable pasión que amenazaba con quemarme por dentro.
Ella gimió contra mi boca y me mordió la lengua con lascivia.Mi mano corrió libre por su plano vientre y se coló en su sexo. Mi dedo entraba y salía a un ritmo constante, aunque pronto fueron dos los dedos que la exploraban. Notaba el índice y el corazón cubiertos de ella, y eso me excitaba aún más.

Laura  apretó la mano que tenía libre (puesto que la otra seguía en mi nuca) contra mi erección, y la acarició con fuerza en movimientos ascendentes y descendentes. Yo estaba a punto de explotar.Y así transcurrieron un par de minutos más, hasta que de repente ella agarró lmi dureza con fuerza a través del pantalón, me mordió el labio inferior, y soltó el gemido más sexy que he oído en toda la vida.
Saqué mis dedos de su interior y  me llevé esos dos dedos a la boca delante suya, para saborearla.

- Vamos , pequeña, es hora de tu lección.

La llevé a mi habitación dejándola con mimo sobre mi cama. Me desnudé con calma, mirando como ella acariciaba su sexo y me decía con voz ronca que no podía esperar a aprender lo que yo quisiera enseñarle.

Lo que pasó luego ya podeis imaginarlo. Ella aprendió , o eso dijo, algunos secretos sobre buen sexo y yo, yo me dejé en aquella cama algo más que mi cuerpo satisfecho. Dejé que una bella mantis se comiera mi alma.



febrero 19, 2014

EL RUIDO DEL SILENCIO


El tiempo transcurrió despacio mientras caminaba.Parecía un tiempo cansado de tanto ir y venir. Se detuvo, sin saber bien por qué ni cómo, ante las verjas del viejo camposanto. Sus pasos se volvieron de plomo y cuando no pudo ni levantar un pie levantó la mirada bajo las cuencas vacías de la calavera que presidia la puerta de hierro. Clavó su mirada en el abismo que encerraba esa visión y

empezó a llorar.

Se sorprendió al notar el reguero tibio por sus mejillas. Ya no recordaba cuanto tiempo hacía ni cuando fue la última vez que lloró. Sintió una especie de liberación pero no por el llanto en sí, si no porque supo en aquel instante que, ahora y sólo ahora, descubriría la verdadera naturaleza de sus emociones y empezaría a enfrentarlas.

El sauce llorón que daba la bienvenida a los visitantes del cementerio y cobijo a sus moradores, sacudió sus ramas provocando un sonido mágico con sus hojas. Se sentó bajo su sombra, doblo las rodillas sobre su pecho y escuchó el silencio.
Escuchó su tormenta interna de ruidos, de furia autodestructiva sin motivos aparentes. Se sintió rebasada por su propia existencia.Escuchó con claridad las huellas de la ausencia, y por primera vez supo que el vacío, la nada, tenía un sonido dulce, casi hipnótico.


En aquel momento supo que debía tomar la determinación de desaparecer para el mundo que la conocía y que la había atrapado en un sin fin de hilos de seda hasta dejarla sin respiración. Se marcharía como migran las aves, sin avisar, sin equipaje. Volaría tan alto y tan lejos como sus fuerzas le permitiesen y no miraría atrás. Lo que dejaba era una parte de su vida, lo que ansiaba era su libertad.

Recorrió el camino de vuelta con pisadas livianas, no sin antes lanzarle un beso con la mano a la vieja calavera de hierro que ya no habría de ver más.





febrero 18, 2014

Anhelos

Sonreía al lavarse los dientes, con esa sonrisa floja y boba que se le queda a uno después de un buen orgasmo. ¿ Uno?, no, pensaba contando mentalmente. Tres,cuatro; que más daba.

  Deseaba volver a abrazarlo, sentir que sus fuertes latidos se convertían en un mantra para el sueño.  Anhelaba sus labios de una manera casi enfermiza. Quería besarlo mientras, todavía, pudiera tener los ojos abiertos. Necesitaba decirle con sus caricias y con sus susurros lo que las palabras nunca podrían llegar a expresar.

Se lavó, incluso se perfumó y volvió a la cama. Se metió bajo el edredón de plumas, ligero, y frio en ese momento. Frio. Palpó el otro lado de la cama esperando encontrar su delirio. Encontró vacio. Nada. Encontró una soledad que se reía al otro extremo. Una soledad cruel, dura, lacerante. Y sin embargo ella la miró de frente, cerró los ojos y se dejó mecer con la idea de mañana- Mañana volvería a sus brazos, a sus ojos, a sus labios. Mañana volvería a ser feliz en un mundo que solo les pertenecía a ellos. Mañana volverían a arañar minutos al tiempo. Mañana volverían a soñar el uno en brazos del otro aunque fuera en la distancia.
Y se durmió con esa sonrisa floja que se le queda a uno cuando es feliz.

febrero 12, 2014

Imposibles

La noche siempe se viste de imposibles.

Imposibles son tus ojos que miran otros que miran otros...

Imposibles son tus manos que se acercan como la marea al capricho de tu luna. Tan cerca de rozar mi piel que te llama a gritos, y tan lejos, atados al coltan que nos viste.

Tan lejos...

Imposibles son las palabras que guardo por no gritar, las que disfrazo en un carnaval que solo disfruto yo. Las que no se entienden porque nacen libres y dicen lo que les da la gana.

Imposible son las ideas que se atropellan esperando la noche para vaciar el cargador. Tienen tanta fuerza dentro como vacias suenan cuando logran liberarse.
Imposible es el deseo que te quema y que arde con la lágrima que no dejas desatar.
Imposibles los encuentros, los sueños que se rompen, tu boca, mi sombra en tu calle, mi azúcar en tu café...

La noche se viste de imposibles que tratas de desatar, provocando, sin querer, uno y otro y otro más.


enero 31, 2014

VISITA

Esta tarde tengo visita.
No es que tenga las puertas abiertas para ella pero ella siempre sabe como entrar. Se cuela sin hacer ruido y se coloca a mi espalada mientras trabajo, o me susurra ,con su aliento gélido, palabras que no quiero escuchar. 

Intento que se vaya de mi hombro echándole el humo de mi cigarrillo pero ella tose, y se queda. Sigue mirándome, me observa. Roza mi piel y un escalofrío me sacude hasta hacer que los ojos me brillen de agua. 

Es impertinente, descarada e inoportuna.  Es indiferente, impasible, porfiada y paciente. No tiene prisa y sabe que al final dejaré lo que esté haciendo para mirarla a la cara y dejar que escarbe dentro de mi hasta que sacie su apetito voraz.
A veces la visita es corta, casi fugaz. Otras parece que llega para instalarse como un amigo incómodo, sin fecha de partida, perturbando mi apacible y dulce rutina.

Voy a ver qué quiere esta vez.
- Dime, tristeza , ¿ qué puedo hacer por ti ?



enero 26, 2014

VER, OIR Y CALLAR

Ver y callar es un don. Trabajar el silencio es tan importante como saber qué decir y cuándo. No es facil tragar las palabras atragantadas cuando sabes que esas palabras serían árnica para heridas ajenas.¿ Hasta dónde llega la virtud de la discrección, hasta dónde la sagacidad de la palabra justa?. En el santuario  de Toshogu ( Nikko, Japón) falta un cuarto mono. Los dioses olvidaron enviar al que puede enmendar y evitar efectos y desenlaces estériles con las palabras. Si los dioses no enviaron a ese cuarto mensajero será porque el destino debe jugar su papel. Nada existe por azar, nada surge de la nada.
Yan Yaya

Mi ser racional se rebela contra el destino porque supone el asesinato de mi libertad. El equilibrio entre lo impuesto e inmutable y el libre albedrío se me antoja tarea titánica. Estoy segura de que si sólo me atañera a mi no tendría problema alguno en sacarle la lengua al destino, pero cuando mi palabra, mi soberbia ( esa seguridad de que puedo modificar algo) interfiere con la de un tercero tengo que convertirme en Iwazaru , el mono mudo.

Mi madre, que nada sabe del santuario de Toshogu, ni de las figuras archifamosas, me educó sobre ese lema sin saberlo. Recuerdo que siempre decía: tú oir, ver y callar. Supongo que como chica obediente que fui desarrollé esa capacidad. Obeservo y callo, vuelvo a observar y vuelvo a callar aunque a veces las palabras se atasquen en mi garganta, aunque a veces tenga ganas de gritar.

enero 14, 2014

PALABRAS ATASCADAS



En algún lugar se han quedado atascadas las palabras. Creo que las ha atropellado el torbellino que es mi vida. Ando de emoción en obligación , de risa en lágrima, del ego a la humildad, del egoismo a la empatía... Se diría que vivo en una lucha permanente, sin tregua, sin descanso. En ese ir y venir constante, en ese lavadero público que es mi mente a veces, se deben haber perdido las palabras que me hacen sobrevivir a una existencia imposible.

Puede que se hallen atascadas en algún nudo de mi alma. A veces es tan maleable que se embarulla y encontrar el cabo de la madeja es un trabajo complejo y preñado de trampas.
Buscar sin descanso, buscar sin saber qué se busca, sin ser consciente, siquiera, de que estás en ello permanentemente. Desechar lo que se encuentra y pasado el tiempo darse cuenta de que aquello era, posiblemente, lo que andabas buscando. Y vuelta a empezar. Una noria infinita de cestas vacías o quitarte la venda que no te deja ver de lo que están llenas.

Las palabras huyen de mi, como las ideas, como las volutas de humo del enésimo cigarrillo que no debiera haber encendido.

En algún lugar deben andar las palabras que necesito para escribir lo que siento, lo que callo, lo que pienso. Palabras redondas,, hermosas, rotundas, palabras con flecos de verdades, odiosas como la distancia, cálidas como tú ...



enero 02, 2014

"NOSOTROS"


Tu, yo, nosotros...
En algún momento se os perdió el nosotros. Quedáis tú y él, cada uno en su rincón, como en un ring que cada día se hace más y más grande. Un ring sin campana, sin asaltos, sin adrenalina, ni retos, ni pasión...
Tú en una esquina, él en la otra, y en el centro la vida. Un lugar cómodo, sin sobresaltos, lleno de rutina, puta que a veces asfixia y otras templa y serena tu corazón vehemente.

No hay reproches, ni censuras. Hay un amor sin lujos, viejo y gastado. Hay compromiso, tozudez, y seguramente una ternura infinita.
Y también hay soledad. Una soledad que cada cual combate con sus armas. Uno proyectándose al exterior como pez fuera de la pecera y otro viajando a su interior buscándose, tratando de encontrar al que fue.
En algún punto del camino se quedó el " nosotros " pero casi ya no importa.

 A lo mejor el " nosotros" tiene siempre fecha de caducidad .