Tú que ahora estás leyendo ésto no esperes encontrar relatos de calidad, ni brillantes ni siquiera originales.Es mi rincón, el lugar donde dejo fluir mi imaginación, mis sentimientos y la tapadera que guarda mi esencia.Gracias por entrar en mi rincón, siempre serás bienvenido.

marzo 06, 2012

Un instante


Todo puede cambiar en un instante. ¿ Seguro?-
Dar pasos en una u otra dirección es siempre complicado si tus maletas están llenas y pesan demasiado.
¿Cuál es ese instante? ¿ Aquel en que tomas un avión con destino imposible, dejando atrás todo por lo que has luchado tantos años?, ¿ aquel en que después de mucho tiempo, te armas de valor e invitas a café al hombre que día tras día te sonríe y te saluda en el metro?, ¿ aquel en el que por primera vez dices si a las pretensiones de otro en tu trabajo…?, ¿o ese otro instante en el que decides liarte la manta a la cabeza y marcharte a un pueblo perdido en el que el único ruido es el viento soplando entre los árboles?.
Necesito unas vacaciones. Creo que poner las ideas en orden es un trabajo agotador.
Los sueños y las realidades se mezclan haciendo de tu vida un tobogán constante-…

Lena, tomaba café en un Starbucks mientras dejaba volar sus pensamientos. Sus ideas se convertían en volutas de humo, tan pronto las pensaba, desparecían.

Se sentía vacía, atrapada en una rutina asfixiante. El amor empezaba a mostrar signos de debilidad y es en ese momento, cuando cualquier cosa o circunstancia banal puede cambiar el rumbo de las decisiones. Sabía que tenía que tomar un camino nuevo.
No había sido nunca cobarde. El miedo te corrompe y en estos momentos de su vida, el miedo era el capitán de su travesía., el carcelero de sus emociones.

Era un bicho dormido en su interior, que despertaba y la atenazaba cada vez que intentaba salir de su celda de barrotes de oro.
El miedo te hace más fuerte, poco a poco, sin que se de cuenta, pronto tendría las armas suficientes para vencerlo y en ese momento y no en otro hallaría las fuerzas suficientes para liberarse.

Estaba oscureciendo. Las luces navideñas se encendieron dándole a la calle un aspecto de falsa felicidad. El café estaba ya frío y el cenicero lleno. Tenía que marcharse, tenía que volver a su casa, a sus cosas...

Pequeñas decisiones, pensó, que pueden cambiarte la vida.

-Empezaré por una idea absurda, quién sabe… Voy a volver en tren… que estupidez, como si esa tontería fuera la llave, cómo si en ese viaje se diera el instante en que todo cambiara…-

¿Quien sabe? Dirigió sus pasos hacia la estación y se perdió entre la marea humana que a esas horas abarrotaba los andenes.