Tú que ahora estás leyendo ésto no esperes encontrar relatos de calidad, ni brillantes ni siquiera originales.Es mi rincón, el lugar donde dejo fluir mi imaginación, mis sentimientos y la tapadera que guarda mi esencia.Gracias por entrar en mi rincón, siempre serás bienvenido.

abril 28, 2011

Milagros o misterios


Escondido tras mis sueños duerme el recuerdo de ti, dulcemente tapado por los años.
Se convierte en agua a veces y aflora a mi presente en saladas perlas que se secan, solitarias, al sol de la vida. Otras son sonrisa y muchas otras ecos de dulces sonidos.
A menudo añoro la idea de ti más que a ti mismo y me siento feliz honrando esa imagen más que intentando luchar por uno de tus minutos.
Escondimos un tesoro en nuestras manos que a ti se te escurrió como el agua pero que sigue intacto en las mías como una ofrenda al manto de estrellas fugaces que te cubren en tus noches en blanco.
Aunque ahora la memoria te lo niegue, tú y yo sabemos que ese tesoro preñado de alhajas fue auténtico, sincero, casi corpóreo. Así lo mantengo, brillante y pulido, prueba del alma que casi nunca muestras pero que yo sí conocí.



Destierro lo acibarado porque no me gusta el sabor que deja en mis labios cuando bebo de esa copa y espero, muy pronto, estallarla en mil pedazos contra el espejo de tu indiferencia y así deshacerme del dolor.
Navegar en el mar de tus silencios con las velas henchidas por el céfiro de la paciencia y el amor es mi castigo y el tuyo.


El amor, cualquier amor, no se mata, no se olvida. Duerme y  reposa y se viste con velos de nostalgia  y  añoranza pero vive dulcemente entre los sueños del que de verdad amó.


Añado este video que he descubierto hoy y que le va como anillo al dedo.

abril 19, 2011

YA NO...

Ya no me duele mirarte.
Ya no pregunto por tí al viento esperando respuestas que no llegarán.
Al pronunciar tu nombre no noto las mariposas que habían hecho nido en mi alma y hasta puedo no pensar en ti. Ya no me hiere el silencio, lo bendigo.
Prefiero el recuerdo al puñal de palabras, y hasta seré capaz de perdonarme el tiempo, la entrega, el esfuerzo.

Hoy he mirado al cielo con una sonrisa cuando algo, una insignificante señal, me recordó tus ojos, tu voz. No siento ira en el corazón, ni la pena baña mis ojos. La tristeza, persistente, agotadora chacha ya no ejerce labores en mi.

Yo prometo mirar al cielo sin nubes en la mirada y si algún día tu vuelo revolotea mi calle devolverte en sonrisas las piruetas inquietas de tu viaje.


Sigue tu vuelo ave peregrina, vuela alto , lejos y ojalá cuando bajes los ojos a la tierra recuerdes que yo estuve allí.





abril 16, 2011

POEMA A DOS VOCES

De mi poema Búscame nació éste como si de una batalla rapera se tratase.
Lo traigo aqui porque lo merece.
Gracias a Coral y a Gus, que le puso el punto de humor.

Gracias a los dos. Tenemos que repetirlo ! Coral en azul, Naranjas para Gus y negro para mi.


las sandalias del pescador
pescador de tulipanes
tulipanes de cristal
cristal en tu mirada
mirada que mata
mata ilusiones
ilusiones vanas...


ilusiones que un día
fueron de terciopelo
y que hoy yacen mustias
a los pies de mis sueños.


sueños que en sueños quedaron,
yermos de amantes ajados,
de ello nació una espina
de dolores pronto olvidados,


y siguió tejiendo el olvido
el manto de la indiferencia
y entre los sueños marchitos
marchitose hasta tu ausencia.


Y en tu ausencia me perdí
como perro callejero
porque solo miraba
por detrás del agu...


nada se pudo arreglar
cuando la noche avanzaba,
cada cual cerró su puerta
aunque se abrieron ventanas.


y el llanto de aquel perro
que se buscaba así mismo,
dejóme los oídos sordos
y vacíos los sentidos.


Los sentidos son certeros
cuando de pasiones tratan,
¿ sera que no son sinceros
los sentires que reclaman?


ya nacieron las mentiras
entre los marchitos sueños
y dejaron sus ponzoñas
envenenando recuerdos,


¡hay recuerdos! ¿de que sirven si no para recordar?
dejar atrás la malicia que envenenó tantas horas,
y dejar una sonrisa donde nació la zozobra,
saludando con cariño estas benditas horas,


horas que volaron raudas
y que forjadas con sueños
permanecen en el alma
como marcadas a fuego.


Ese fuego que no quema,
solo calienta la cama
y se escapa con los sueños,
que al final ya no son nada.





(Recuerdos de un Junio pasado.)

abril 10, 2011

LA CULPA ES DE LA DOPAMINA


Quiero pedirte perdón.
Te di el corazón cuando no lo necesitabas y lo convertiste en estopa con la que quemar tus horas vacías. Perdóname tú porque yo no puedo.
Perdóname por confiar en ti, por ofrecerte mis ojos y mis oídos, por hacer de los tuyos los míos.
Por creerte cómplice y amiga, por recorrer contigo el camino a tus soles azules o peinar tus momentos de luna. Por teñir de ilusiones tus soledades y las mías, por creer que algún día nuestras almas se tocaron en el universo de las almas perdidas.
Yo no me perdono el haber abandonado en tus manos casi todo lo que podía aunque casi todo, para ti, nada era ni siquiera lo veías.
Ahora caída la venda, aquella que me decían, veo pisoteada nuestra historia. Bueno, nuestra no, mía. Te vistes de traición e indiferencia tapándote con mentiras que repites una y otra vez hasta convertirlas en verdad.
Sacúdete esta historia en el felpudo del olvido y cuida bien de no dejarte en las suelas las risas y confidencias y los momentos vividos, que aunque ahora tiñes de sucios, fueron verdad e importantes, fueron hermosos momentos vividos.
Lo que ahora es aire fresco porque ya no respiro contigo te asfixiará algún día si continúas abonando tu preciosa soledad, si sigues cerrando las puertas de ese corazón y convirtiendo en basura lo que te huele a vulnerabilidad. No soportas las debilidades ajenas  porque apenas convives con las tuyas.
Devuélveme mi esencia, esa que te llevaste contigo y que lastraba tus pasos, devuélvela es mía. Si la necesitaste alguna vez no lo admites, no la querías.
Yo te devuelvo las palabras.
Las que te faltaron al final y aquellas que tenía guardadas y que ahora convertidas en polvo ya no valen nada.
Y a pesar de la espada, a pesar del dolor y la rabia yo no te guardo rencor.
Sé feliz…si puedes.