Tú que ahora estás leyendo ésto no esperes encontrar relatos de calidad, ni brillantes ni siquiera originales.Es mi rincón, el lugar donde dejo fluir mi imaginación, mis sentimientos y la tapadera que guarda mi esencia.Gracias por entrar en mi rincón, siempre serás bienvenido.

abril 25, 2012

LA CONDESITA II


El día se está haciendo interminable. No veo el momento en que, acabada la cena, el dulce barón quiera seducirme.

He dado orden a mi camarera de que prepare el bebedizo que tantos buenos resultados me ha proporcionado desde hace un tiempo. Mi ama de cría, Maruna, me confió la receta cuando viendo que ningún varón saciaba mis apetitos, mis ansias, me consumía el deseo insatisfecho.



Ginebra, leche fresca de coco, jengibre recién rallado y pernod. Ahí estaba el secreto para hacer que el sable del barón no perdiera el filo en toda la noche. Bendita Maruna. Nadie como ella ha sabido entender que a través de mi cuerpo es de la única manera que puedo rebelarme a mi cárcel de oro y a un ambiente que me asfixia. Siempre sometida a la voluntad masculina aprendí que mi cuerpo era la herramienta para someterlos, a ellos, a mi voluntad. 

Mi padre es el primer afectado de mi actitud, aunque aun no lo sabe. Claro que no me follo a mi padre pero cuando lo hago con otros siento que mi victoria sobre él está más cerca. Quizá fuera así al principio o quizá es mi explicación a mi calentura sin límite pero ahora mis ansias me superan y no encuentro varón que pueda satisfacerlas. La petite mort se ha convertido para mí en la más dulce de las drogas. Alcanzar esa pérdida de conciencia inmediatamente después del coito me vuelve loca. Quiero más, siempre quiero más…

He dado instrucciones de que se obsequie al barón con el elixir justo después de la cena, cuando los caballeros se retiran a fumar a la biblioteca. Yo esperaré al final de la escalera. El efecto es casi inmediato y la necesidad de envainar su sable le hará buscar la mejor vaina. Y esa soy yo. Ya noto la humedad entre mis piernas, noto las palpitaciones de mi sexo. Esperaré, queda tan poco…

Las miradas en la cena han sido tímidas al principio jugando al gato y al ratón. Me miras, bajo la mirada despacio, no me miras te busco yo, paseando la cuchara de la sopa por mis labios, relamiendo, casi como una niña, la comisura de mi boca con la punta de la lengua. Al final nos devorábamos con los ojos, ya lo tenía en el punto perfecto. Ahora el elixir de amor lo llevaría hasta mi cama.

Se retiran... Mi padre me ha llamado la atención sobre mis modales. Casi me ha obligado a retirarme a mis aposentos, justo dónde yo quiero estar.
Maruna ha salido de la habitación y me ha susurrado al oído que no olvide la esponja empapada en vinagre para evitarle un vástago al barón y un disgusto al Conde ,mi padre. Siempre me prepara dos jofainas: una con la esponja del tamaño de una cereza que tengo que introducirme bien adentro y otra con agua caliente y especias que lo volverá loco cuando quiera cobrar su pieza, no podrá parar de lamer y chupar y él también querrá más y más.


*IMAGEN: óleo de Francisca (Fung Kau) Cheng. CEGUERA

LA CONDESITA . I


Soy puta. Bueno en realidad soy hija de un conde de rancio abolengo, de más rancio que abolengo. Mi padre busca sin descanso un partido para su hija virgen. Yo que no quiero someterme a varón alguno los espanto a las primeras de cambio usándolos. 
Al principio tenía ciertas reticencias cuando algún amigo, igual de rancio que el Conde, pretendía a la dulce niña pero ahora ya no hago ascos a ninguno.Todos son iguales cuando llegan a la cama. Todos se pierden por mi carne blanca y mis ojos violetas. Todos quieren enseñar a la frágil niña y todos se van con una lección. Mi maestro , el mozo de cuadras, hizo bien su trabajo. Enredados entre el heno y a base de fusta me enseño a montar y a dejarme montar. Me enseño como hacer que un hombre, por muy importante que fuera, comiera en mi mano. 


Todos callan porque con la virtud de la hija de un conde no se juega y yo he aprendido muy bien el papel de virgen deshonrada y enamorada en la primera cita y de meretriz en la segunda. Nunca hay una tercera, nunca quieren. 

Esta noche me presentan al hijo de un Barón. Un dulce muchacho al que acabo de sorprender enculando a la primera criada. Se presenta una interesante velada.

 Quizá hoy no juegue a la dulce virgen, estoy harta. Quizá esta noche juegue a ser quien soy una zorra insaciable. Me vestiré de rosarios y luna…

abril 10, 2012

VIENTOS


Soplan vientos de cambio. Ahora los identifico con mucha más claridad; serán los años o las veces que el mismo viento me ha dado en la cara. Calido a veces, gelido las más, tiene un olor especial. 

Huele a cesped recien cortado, a asfalto después de la lluvía, a tierra mojada. Huele a sueños rotos y a necesidad de sobrevivir. Huele a esperanzas quemadas como la raiz de una vid. La vid es resistente, muy resistente. La raiz parece muerta pero si sabes sajarla en lo más profundo sigue verde, vive. 

Al principio te dejas llevar por ese viento sin saber bien dónde te lleva. Despliegas las velas para que se hinchen por el deseo de escapar o por la aventura de lo nuevo, de lo que está por llegar. Luego, poco a poco, vas arriando según convenga. Te equivocas mil veces y mil veces rectificas el rumbo. Crees llegar a puerto y no es más que un descanso en el camino.

El viaje es largo y duro. Nadie dijo que fuera fácil encontrar lo que se busca aunque lo verdaderamente dificil es saber qué se busca y valorar lo que se encuentra.
Espero viento de popa, cálido y suave que me empuje a playas cristalinas y calmas, pero si el viento que me sopla esta vez es de los que te calan los huesos espero que no me hiele el corazón.

Dejo atrás lo que no quiero llevarme. Mi equipaje es ligero pero importante. Me llevo sólo lo que me haga recordar lo bueno, lo fantástico que ha sido hasta ahora mi camino.
Dejo luces como migas de pan y rezo para que si tengo que volver algún día el viento no las haya apagado.



abril 03, 2012

Jacaranda



Paseo, la lluvia arrecia. Sacude las jacarandas que protestando alfombran de violeta mis pasos. Me castigan con su perfume que me arrastra a una tarde ya lejana.
Me pregunto si el olor se habrá pegado a tu recuerdo como al mio.
Una tarde cálida, un banco bajo un precioso árbol florido y una hora, la hora en que por fin los ojos, las manos, la piel dejaron de ser promesa.

Parecíamos niños en el primer día de escuela. Tanto que decir y las palabras negándose a salir como si fueramos puros espejismos.
No recuerdo quien le dio la mano a quien, no recuerdo quien abrazó primero a quien. Recuerdo el perfume de las flores mezclándose con el tibio olor de madera y limón de tu cuello. Recuerdo que no pude retener las lágrimas, que tomé tu cara entre mis manos y te besé. Mi corazón latía tan fuerte, tan vivo que casi hizo que me perdiera lo que me pareció el sonido más bello del mundo: tu voz .


Empezó a llover como hoy y nos pareció lo más maravilloso. Nos pareció que el cielo se había emocionado tanto como nosotros...


Llueve y mi corazón te extraña. Llueve y la distancia duele. Llueve y sigo esperando la promesa de tu vuelta. Me queman en la boca los besos que me debes, que nos debemos. Las manos están vacás sin tu cuerpo. No tardes, te espero...