Tú que ahora estás leyendo ésto no esperes encontrar relatos de calidad, ni brillantes ni siquiera originales.Es mi rincón, el lugar donde dejo fluir mi imaginación, mis sentimientos y la tapadera que guarda mi esencia.Gracias por entrar en mi rincón, siempre serás bienvenido.

noviembre 16, 2010

LA ESTACIÓN SIN NOMBRE



Una bolsa de supermercado. Ese es todo mi equipaje. Una bolsa con dos bragas, mi cepillo de dientes, una camiseta y unos leggins. Todo lo que mis nervios y mi sangre fría me permitieron coger hace dos noches antes de salir huyendo.
Lo dejé dormido en nuestra cama. Dormido, después de sufrir la enésima violación.
Tenía que hacerlo bien, él tenía que creer que una vez más estaba sometiéndome a su voluntad.
Si era sumisa y complaciente, sospecharía. Esta vez tenía que fingir en mi propia violación.
Ya no importaba, mi cuerpo ya estaba acostumbrado y mi mente voló en cuanto puso sus manos sobre mí. Parecía que nunca iba a acabar. Sus manos húmedas y su boca pastosa por el alcohol profanaban mi cuerpo. Sus acometidas parecían no tener fin. Me retenía agarrándome del pelo y tapaba mi boca con mi ropa interior para que no chillara. Y yo chillaba, gritaba con todas mis fuerzas porque sabía que su excitación sería mayor y acabaría por derramarse.

Fue particularmente cruel, como si supiera que era la última vez, como si quisiera marcarme con su despedida. Se quedó dormido enseguida por la satisfacción y por la ayuda de las benzodiacepinas que había puesto en su copa de vino en la cena.
Escapé. Cogí “mi equipaje que colgaba de la puerta de la cocina y el dinero que había ido escondiendo durante los tres últimos años en un bote de Ajax, debajo de la fregadera.
1800 euros. Ese era mi capital y la llave de mi futuro.

Cuando salí a la calle, despacio, casi de puntillas, me esperaba mi ángel de la guarda, mi amiga Yolanda. Yolanda....., mi mejor amiga, mi confidente, mi salvación. Me recogió en su coche y me llevó a la estación de tren. Me despedí de ella llorando, ella sonreía y me decía que todo iba a salir bien. Acordé con ella que no sabrá a donde me dirijo, no podía decírselo. Si él llega a enterarse de su ayuda la matará. No podré llamarla durante un tiempo, hasta que me establezca, hasta que esté segura....... Ni yo misma sé a dónde voy.

Hoy, dos días después, todavía sigo huyendo. Sigo en el tren, sigo vigilando cada viajero que sube o baja, cada mirada, cada movimiento. A veces cuando el sueño me vence, recuerdo retales de mi infancia. Recuerdo un reloj gigante a los ojos de un niño en la pared descascarillada de una vieja estación. Recuerdo el olor del tren, el aire que entraba por la ventanilla y hacía bailar mi pelo; el olor de los campos que atravesábamos. Recuerdo los vagones con sus asientos de escai rojo, los ceniceros de “plata “enganchados debajo de la ventanilla, la plataforma entre vagones y sus puertas que se abrían y cerraban con un golpe seco. Recuerdos de otros viajes, de otras huidas....

Voy a bajar en la próxima estación, no sé bien por qué, pero bajaré. Estoy lejos, muy lejos, y aún así espero que haya otro tren que me lleve hasta que la tierra quiera tragarme. Hasta encontrar una estación sin miradas, sin horas, sin nombre.
La encontraré, sé que me está esperando, sé que me ha esperado toda mi vida.


4 comentarios:

  1. Has descrito la angustia de tantas mujeres maltratadas.Muchas no pueden huir....el miedo es mas fuerte.Un abrazo.

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  2. Grande para ti Marieta.
    Así es y supongo que me quedo corta con todas las atrocidades y el terror que deben pasar. Para todas ellas mi respeto. Nunca puedes decir " no sé como aguantan". El miedo, como bien dices, es mucho más fuerte.

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  3. Sublime como siempre Marga .
    Creo que el miedo es lo peor que se puede tener en la vida .
    Yo, ( por suerte ),me he librado de ello.Pero lo he vivido muy de cerca .Y puedo asegurar que es muy duro y triste .
    Y ojalá todas tuviesen el valor de coger un tren .

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  4. Como me gustó este relato en su día ¡que tiempos aquellos...! y hoy lo he vuelto a leer con el mismo estremecimiento que entonces. Por desgracia esta lacre lleva muchos años entre nosotros y no va a desaparcer. Hoy lei un artículo en el perdiódico cuyo titular es " las chicas deben complacer a sus novios" . Es tremendo que chicos-as de 14- 18 piensen así.
    Voy a ver si tengo algo para colgar, me suena si presente algo. Muackssss guapaa

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