Tú que ahora estás leyendo ésto no esperes encontrar relatos de calidad, ni brillantes ni siquiera originales.Es mi rincón, el lugar donde dejo fluir mi imaginación, mis sentimientos y la tapadera que guarda mi esencia.Gracias por entrar en mi rincón, siempre serás bienvenido.

diciembre 21, 2013

El Profesor II

Capitulo II

Dejó el libro sobre el sofá. Camino descalzo por la mullida moqueta hasta el cuarto de baño. Abrió el grifo de la ducha y se desvistió con prisa. Tenía que calmar su excitación y recuperar el sentido común ¡ Era su alumna, por el amor de Dios !.
¿En qué estaba pensando? Se metió bajo el chorro de agua cortada, casi fria, pero su erección parecía negarse a desaparecer. Siguió enfriando el agua y la dejó caer a lo largo de su espalda. Eso debía funcionar, siempre lo hacía.
Diez minutos después salió de la ducha sin erección pero igualmente excitado. El agua fria no apaciguaba sus ideas. Se sorprendió pergeñando ideas para hacerla llegar a su casa. Podría escribirle un correo y decirle que el pdf no había llegado bien, podría exigirle que se lo trajera en un pendrive, podría decirle que lo llevara a la fiesta de la facultad y se lo entregara alli... No podía quitarsela de la cabeza. Justo en ese momento Diana Krall empezó a sonar en su compacto.
Eso acabó de dispararle. Se sentó delante del portatil y escribió :


Para: Laruano@gomail.es
Señorita Ruano
Seguramente valdría la pena si pudiera leerlo. Su archivo está dañado. Le sugiero que si quiere aprobar mi asignatura me haga llegar el trabajo lo antes posible por otro medio. Puede entregarmelo en un pen drive, aquí en mi casa, o bien puede entregármelo en la fiesta de la facultad a la que , sin duda, le apetece asistir. Usted elige.
Le recomiendo que tome una decisión lo más pronta posible porque puedo acabar de vestirme para la fiesta o esperarla leyendo en mi sofá.
El tiempo corre...


Envió el correo y seco las palmas de sus manos en la toalla que todavía llevaba a la cintura. Lo había hecho. Había traspasado la delgada linea que separaba la ética profesional de lo puramente personal. Se movía inquieto esperando el pitido del teléfono.
Le pareció que no llegaría nunca. Posiblemente ella había decidido que no valía la pena ponerse en situaciones delicadas, seguramente pensó que no importaba una asignatura más que menos, que la había presionado demasiado, que...
El sonido llegó y algo parecido a una descarga le sacudió.

De:Laruano@gomail.es
Mi querido profesor. Nunca pensé que un archivo dañado me quemara la sangre como lo ha hecho. Voy camino de la fiesta.
La casualidad ha querido que mi pendrive cuelgue de mi cuello. Podría entregarselo o podría cogerlo. Usted elige.
El tiempo se detiene...

Llegó en tiempo record a la discoteca en la que se celebraba la fiesta. Era una de esas macro superficies de ocio con jardines de palmeras,bancos al aire libre, luces indirectas, porches y galerias que conducían al oscuro y ruidoso interior. No tenía ni idea de como la encontraría. Tampoco hizo falta.
En una de las curvas de esas galerias, justo en la zona más oscura notó un ligero empujón que lo arrastró dentro del pesado cortinaje que daba entrada a una sala. Se encontró con las manos y la cara contra la pared; alguien se pegaba a su espalda y una mano se agarraba a su culo, apretando, para luego soprenderle con una caricia intima, lenta y sensual en la entrepierna.


          - Profesor, el tiempo ahora es nuestro, le susurró al oido.  No crea que no entendí que pretendía acorralarme con su correo. Ahora está arrinconado.


Notaba su pecho clavándose a la espalda, podía notar el calor que desprendía. La mano abandonó la entrepierna y sintió un vacio en el estómago .¿ Por qué demonios no se giraba? ¿ Realmente se había quedado paralizado o quería saber hasta dónde iba a llegar al hermosa rubia?. Las caricias subieron a su nuca, le acariciaba el cuello con las yemas, arañándolo de vez en cuando, suavemente, con las uñas. Subíó por su barbilla y dibujó sus labios con un movimiento tan lento que le hizo gemir. Abrió la boca y  sujetó su dedo entre los dientes, sin apretar.

 Ella dejó de moverse a su espalda. Ahora jugaba él. Lo chupó con glotonería , le agarró la mano y abriéndola pasó la lengua por su palma.

Se giró lentamente, hasta tenerla delante. Su mano asió uno de sus pechos y bajó la cabeza hasta capturarle la boca.. La besó lamíendole los labios, introduciéndo apenas la punta de su lengua. Ella intentaba atraparla y él la retiraba. No pequeña, pensó, ahora el ritmo lo marco yo. No tan deprisa.
Se separó, la miró a los ojos y le susurró :


¿ Crees que conoces la danza de la mantis religiosa?. Sígueme...

No hay comentarios:

Publicar un comentario