Tú que ahora estás leyendo ésto no esperes encontrar relatos de calidad, ni brillantes ni siquiera originales.Es mi rincón, el lugar donde dejo fluir mi imaginación, mis sentimientos y la tapadera que guarda mi esencia.Gracias por entrar en mi rincón, siempre serás bienvenido.

marzo 03, 2011

El asesino del hábito


Salió a la calle con los ojos teñidos de ira y el corazón negro de odio.
Volvía a sentir como su sangre hervía de nuevo, preludio de lo estaba por suceder.
La noche espesa por la niebla y las farolas anémicas como luciérnagas le proporcionaban la cobertura necesaria para esconderse entre las callejuelas.


Sólo le delataban sus pasos, pausados, fuertes, seguros...
Sabía que cuando llegara el momento sería casi lo ultimo que oiría su presa.
Olía el aire buscando perfumes baratos que le dirigieran al objetivo, mientras su cabeza no paraba de repetir una y otra vez la misma diatriba. Una voz endemoniada salida de no se sabe dónde le repetía constantemente:


“ Oh! Hija de Eva, aceptad el atuendo de penitencia que corresponde a las mujeres por la ignominia de Eva, el odio que merecéis por haber causado la raza humana...”


En la esquina siguiente Luisa empezaba su tarea diaria. Odiaba ese trabajo pero de momento no podía elegir. Limpiaba su tramo de calle antes de abrir la tahona. Más que a su trabajo, odiaba a su jefe y sus manos calientes y húmedas que a la menor oportunidad paseaba por su espalda, por
su brazo...


Con la falda remangada hasta mas arriba de las rodillas, tiraba agua a cubos. A esas horas nadie la veía y no podían juzgarla por indecorosa. Mezclaba el agua con agua de lavandina que le había aconsejado el farmacéutico como desinfectante y para alejar a los malos espíritus. Decía que un colega suyo francés, un tal Labarraque, había comprobado su eficacia.


Últimamente se sentía intranquila mientras realizaba sus tareas. La culpa la tenían las cinco mujeres que habían aparecido muertas y el asesino del que todos los periódicos hablaban.
– Maldito loco, ojalá lo pesquen pronto- pensaba , dándose prisa por acabar.



.”... aceptad el atuendo de penitencia... ...odio que merecéis...”


Cada vez eran mas fuertes esas voces y sabía que lo único que las callaría sería salvar otra alma para Dios.
Dobló la esquina y cesó sus pasos. Allí estaba..


“Oh hija de Eva...”.

 
Se acercó haciendo resonar sus pasos fuertemente. Luisa se giró . Al principio con miedo pero se relajó inmediatamente,


– Hola padre Juan. Buenos días. Todavía no hemos abierto pero si se espera...
De repente sintió un agudo dolor en el costado y un liquido caliente empezó a recorrer su cuerpo mezclándose con el agua del suelo y formando riachuelos rojizos.


“ acepta éste atuendo de penitencia...”

 
Ya está, las voces morían por fin poco a poco mientras sacaba de debajo de su sotana un fardo y finalizaba su misión.



A Luisa la encontraron horas más tarde tendida en el suelo, vestida con túnica negra, toca blanca
sobre la frente, manto de la cabeza a lo pies y un crucifijo entre sus ajadas manos.

2 comentarios:

  1. Uuyyy me dio miedo, porque la mayor parte del tiepo estoy sola haciendo mis cosas y siempre pienso que alguien o algo puede llegar y querer matarme, me dio escalofrio

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  2. Gracias Victoria !!!. Que gusto verte por aqui.
    jajajaja... de verdad te pareció inquietante?.
    Hay que tener ojos hasta en la espaldaaaa, jajaja.

    Mil gracias por tu tiempo y tu comentario.
    Besote

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