Tú que ahora estás leyendo ésto no esperes encontrar relatos de calidad, ni brillantes ni siquiera originales.Es mi rincón, el lugar donde dejo fluir mi imaginación, mis sentimientos y la tapadera que guarda mi esencia.Gracias por entrar en mi rincón, siempre serás bienvenido.

diciembre 21, 2010

RESISTENCIA


Templado mediodía de Octubre de no importa el año. Todos se parecen y se suceden como clonados. La ciudad está llena de buitres leonados en busca de carroña. Se desplazan en automóvil, todavía no vuelan pero todo se andará. Ya hace frio pero el sol, a estas horas, calienta viejos huesos y hasta entibia corazones que a latidos forzosos van envejeciendo enfriándose, enfriándose.

Nadie sonríe, no hay niños a medio día en la ciudad. Están escondidos en las fábricas de talentos o fracasos protegidos o, quien sabe, a merced de la Máquina que una vez convenientemente adiestrados y anestesiados los devorará. Son fábricas de programación no de pensamiento.

 Respiro su aliento fétido y corro a esconderme como casi todos en las profundidades de la tierra para ser engullida por el gusano que la atraviesa.
Voy a ser su alimento durante cuarenta y cinco minutos y luego me defecará  un poco más cansada, un poco más gastada. Parece que sonríe mientras me alejo de él con pasos sordos, sabedor de que mañana volverá a nutrirse nuevamente de mí. Me siento vampirizada y aun así volveré irremediablemente, día a día.

Nadie conoce a nadie. Todos huyen a refugiarse en sus pírricas y estrechas cuevas hechas de aluminio, pladur  y metacrilatos. Nadie es nadie dentro del gusano, ni en las calles, ni en las plazas. Nadie es nadie hasta que llegan a casa, tu Shangrilá. Abres la puerta y lo familiar, lo cotidiano, lo que te hace diferente te viste de ti en un instante.

Recobras el sentido de lo particular y hasta te crees que dejas de ser carroña. Lo curioso es que esos “nadies” con los que te cruzas a diario hacen exactamente lo mismo que tu, abrir la ventana electrónica para sentirse más humano. Hablar, compartir y hasta reír con otros que como tú sueltan a teclazos la soledad, el hastío, decepciones, amoríos… no hay límites a la realidad. La realidad no existe. ¿Qué es lo real y lo virtual?
¿Son menos reales las confidencias, las palabras, las risas enlatadas en códigos binarios que las que, con suerte, se reparten a cuentagotas en las oficinas, fábricas o escuelas? ¿Quién es el real, el yo que pelea entre perros rabiosos de éxito, dinero o pura supervivencia o el que se deja el alma en su pequeño mundo de coltán?

Y sin embargo nos empeñamos en decir que nada de lo que es virtual existe, nada es lo importante que todo es pura intoxicación.
La intoxicación es la lucha diaria por resistir a la vida por seguir vivo un día más.

2 comentarios:

  1. Describes a la perfección un mundo real. El mundo virtual es real. Crea lazos maravillosos y ha abierto una gran ventana a la comunicaión a nuveles insospechadoos. La conciencia del hombre despierta y comineza a cuidar más nuestras relaciones...Seamos positivos.
    Estupenda prosa Marga.
    Abrazos

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  2. Mil gracias Mara.
    A mi también me parece que denostar la comunicación virtual es negar una realidad cotidiana. No es más real lo que siento por ti si te miro a los ojos que si te leo cuando escribes con el corazón en la mano.
    Besos, que nunca sobran.

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