Me levanté pensando en que quería escribirte, que te lo debía. Ser original en el día del libro y escribir mi propio texto, que es ser tan poco original como pedante. Lo pensé, me despojé del pudor que siempre me tapa y me dejé llevar. Me escuché muy en silencio y sólo oía un mar y su baile de seducción con la costa. Y escribí....
Suerte que ya no uso cuartillas porque tendría el suelo sembrado de bolas blancas y arrugadas. Borré mil veces y mil veces más volví a escribir. Quería que fuera hermoso, que lo sintieras profundo, que te llegara a los ojos y las palabras se negaban a dejarse amortajar en una danza imposible.
Es tan sencillo... Sólo quiero ser luna de tus mareas, apenas un verso que se pronuncie bajito, o un beso de los que queman la piel, o faro de tus tormentas, o arena que calma tus manos sedientas, o mujer... sí sólo quiero ser mujer y que te pierdas en mis ojos mientras te abrazo.
sólo eso.
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