Lametazos negros.El aliento pútrido, obsceno, repulsivo, te provoca nauseas. Hediondas gotas de saliva te salpican el rostro.
Se clavan en la piel y echan raíces. Crecen hasta lo más profundo.
El corazón lucha, late bombeando fuerte, pero sucumbe.
Está atrapado, claudica exhausto cuando lo envuelven aprisionándolo y solo puedes boquear.
Respirar se convierte en un esfuerzo hercúleo. El hueco en tu abdomen se hace grande y profundo, una sima fría y oscura. No hay salida.
Gritos.
Radiografía de un suicidio
Se clavan en la piel y echan raíces. Crecen hasta lo más profundo.
El corazón lucha, late bombeando fuerte, pero sucumbe.
Está atrapado, claudica exhausto cuando lo envuelven aprisionándolo y solo puedes boquear.
Respirar se convierte en un esfuerzo hercúleo. El hueco en tu abdomen se hace grande y profundo, una sima fría y oscura. No hay salida.
Gritos.
Radiografía de un suicidio
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