Ver y callar es un don. Trabajar el silencio es tan importante como saber qué decir y cuándo. No es facil tragar las palabras atragantadas cuando sabes que esas palabras serían árnica para heridas ajenas.¿ Hasta dónde llega la virtud de la discrección, hasta dónde la sagacidad de la palabra justa?. En el santuario de Toshogu ( Nikko, Japón) falta un cuarto mono. Los dioses olvidaron enviar al que puede enmendar y evitar efectos y desenlaces estériles con las palabras. Si los dioses no enviaron a ese cuarto mensajero será porque el destino debe jugar su papel. Nada existe por azar, nada surge de la nada.
Mi ser racional se rebela contra el destino porque supone el asesinato de mi libertad. El equilibrio entre lo impuesto e inmutable y el libre albedrío se me antoja tarea titánica. Estoy segura de que si sólo me atañera a mi no tendría problema alguno en sacarle la lengua al destino, pero cuando mi palabra, mi soberbia ( esa seguridad de que puedo modificar algo) interfiere con la de un tercero tengo que convertirme en Iwazaru , el mono mudo.
Mi madre, que nada sabe del santuario de Toshogu, ni de las figuras archifamosas, me educó sobre ese lema sin saberlo. Recuerdo que siempre decía: tú oir, ver y callar. Supongo que como chica obediente que fui desarrollé esa capacidad. Obeservo y callo, vuelvo a observar y vuelvo a callar aunque a veces las palabras se atasquen en mi garganta, aunque a veces tenga ganas de gritar.
Yan Yaya |
Mi ser racional se rebela contra el destino porque supone el asesinato de mi libertad. El equilibrio entre lo impuesto e inmutable y el libre albedrío se me antoja tarea titánica. Estoy segura de que si sólo me atañera a mi no tendría problema alguno en sacarle la lengua al destino, pero cuando mi palabra, mi soberbia ( esa seguridad de que puedo modificar algo) interfiere con la de un tercero tengo que convertirme en Iwazaru , el mono mudo.
Mi madre, que nada sabe del santuario de Toshogu, ni de las figuras archifamosas, me educó sobre ese lema sin saberlo. Recuerdo que siempre decía: tú oir, ver y callar. Supongo que como chica obediente que fui desarrollé esa capacidad. Obeservo y callo, vuelvo a observar y vuelvo a callar aunque a veces las palabras se atasquen en mi garganta, aunque a veces tenga ganas de gritar.
maravilloso!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! sublime, Margui...
ResponderEliminarMOLT BE !!, B7S
ResponderEliminarMe encanta lo que escribes y la manera en que lo escribes. Petons
ResponderEliminarExcelente Margy,como todo lo que haces,besos princesa
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