Nunca pensé
que el infinito se encontrara
en unas pupilas.
Un infinito verde,
un hayedo atrapado en cristal,
con motas de otoño.
A veces se traen el sol de las cumbres
que coronan esos valles
y el brillo
te atrapa.
Nunca pensé
que unos ojos dijeran tanto.
Hablan de vida vivida, si
pero gritan de vida por vivir.
Llámame loca si veo en sus ojos la paz que me falta.
Llámame loca si mi voluntad flaquea cuando mirándome
me roza el alma. Llámame loca.
Llámame loca
pero no quiero
morir de realidad
sin que me bese su boca.
Marga eres , sencillamente, soberbia.
ResponderEliminaraisssss... Gracias y mucho más !
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